-
Mi amante
Fecha: 19/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Soy una mujer rubia, largo cabello, ojos verdes, cuerpo muy bien trabajado y casi perfecto. Senos medianos bien hechos, y un trasero de infarto. Tengo 36 años, pero luzco más joven. Tengo una hija de 15 años preciosa, y muy bien desarrollada para su edad. Mi esposo es un hombre rubio muy guapo y buen amante, pero viaja mucho y tiene una amante, por ello me he sentido solo desde hace un tiempo. En una playa conocí a un hombre negro que me atrajo de una manera animal. El es muy alto, fuerte, y bien dotado. Nos hicimos amantes y así conocí las maravillas que puede darte un hombre de color bien dotado como Yimmy. Teníamos un año copulando cuando Yimmy conoció a mi hija Sarah, de 15 años y sintió unos deseos enfermizos por ella. Me pidió que se la entregara y me opuse, así que me dijo que no lo volvería a ver hasta que lo satisfaciera. Traté de olvidarlo, pero fue imposible. Mi deseo y necesidad por el crecíeron cada día, y decidí cumplir su deseo para poder volver a estar con él. Hable por tres días con Sarah, convenciendola de mi deseo que perdiera su virginidad con un hombre real. Al fin Sarah accedió. Llamé a Yimmy para que viniera esa tarde. Bañé y depilé muy bien a mi bella hija, y la llevé desnuda a mi cama dejandola allí mientras veía una película pornográfica de sexo interracial. Al llegar Yimmy me besó largamente con lujuria y me desnudo totalmente, haciendo el lo mismo. Entramos tomados de la mano al cuarto. Sarah intentó ...
... taparse, pero Yimmi se lo impidió y empezó a besarla. Al bajar a sus senos Sarah me miró y me acerqué a ella y le dije: Tranquila bella, te va a gustar mucho, y ella me dijo: Mamá tengo miedo, lo tiene muy grande. Yo le contesté: Tranquila, es perfecto para ti, vas a ver que rico. Yimmy bajó a su vagina y Sarah cerró los ojos, poco después estába gimiendo. Vi llegar a mi hija a dos intensos orgasmos, su cuerpo se retorcía de placer, entonces Yimmi se montó sobre mi bella hija y empujú su sexo en aquella virginal y rosada vagina. Sarah dió un gemido fuerte y el empezó a darle duro. Sarah empezó a tener orgasmos y se abrazó lujuriosamente a él, quien eyaculó con violencia en su cuerpo. Ambos quedaron exhaustos, temblando de deseo. Yimmi sacó su pene del cuerpo de mi hija y ambos se miraron intensamente y empezaron a besarse con pasión. Sentí una furia asesina, unos celos terribles, ellos se besaron largamente, entonces Yimmi se levantó y me tomó de la mano y me llevó a cuarto de sarah. Copulamos muchas veces y tuve innumerables orgasmos. Al terminar nos dormimos. Desperté tarde y escuché gemidos, fuí a ver y encontré a Yimmi cogiendose a mi hija por detrás, al acabar le dijo: Ve con mamá y dale las gracias por este regalo. Sarah terminó preñada de Yimmi, por lo que al mes los casamos. Ahora mi hija espera un hijo de Yimmi y está feliz, y yo tengo sexo con él 2 a 3 veces al día. Ya no siento celos, sino que estoy agradecida a mi hija
«1»