Me comi una banana - Relatos Eróticos

Me comi una banana

... chupando y chupando, comiéndome esa rica “banana”, la toalla se me había subido y se me dejaba ver toda mi cola y como mi coñito empezaba a chorrear, instintivamente lleve una mano a mi vagina me tocaba suavemente, apure mis chupadas y nuevamente acabo todo en mi boca. Como al principio escupí mas de la mitad. _ Avisa la próxima. Eyy que te pasa??._ no me había dado cuenta que una de mis tetas la tenia afuera y el la miraba embobado. _ Por favor primita esto tenemos que repetirlo._ me decía mientras miraba con ojos de viejo baboso _ Noo confórmate con esto, esta va a ser la ultima vez._ Sii la “ultima vez” ja cada vez que me acuerdo me rio de eso que dije, prácticamente no había fin de semana que no se la terminaba chupando, y como a todo me termino gustando, hasta que un día me entregue completamente, ya otra persona me había desvirgado para ese entonces, luego en el próximo relato se los contare. Fue a los 8 meses que fui a “vivir” a la casa de ellos y 6 que empezamos con nuestra relación incestuosa, no soy una mujer que viva caliente desesperada por una pija, pero ese día estábamos solos en la casa con mi primo y yo estaba necesitada de tener algo dentro mío. Entonces ni bien termine de ...

... chupársela me levante la toalla, casi siempre me agarraba cuando salía de bañarme, y le dije _ A partir de ahora te doy permiso para que me hagas de todo_ De una me la clave en mi conchita, gemí fuertemente, me empecé a mover lentamente, mi primo desprendió la toalla y mis tetas se empezaron a mover al compas de mis movimientos. Marcos las agarro, las apretó y las chupo a su gusto. _ No sabes lo que desee este momento_ yo solo gemía, se escuchaba como su pija entraba y salía dentro de mi mojada vagina. Como pude le dije que acabara afuera, acelere mis movimientos y cuando me dijo que estaba por terminar, me baje y lo pajee. Toda su leche fue a parar a mi boca y mis tetas. Esa tarde estuvimos casi dos horas garchando, prácticamente lo seque jaja. Hasta el día de hoy seguimos teniendo encuentros, no tan frecuentes, casi siempre en alguna fiesta de navidad, de fin de año, cumpleaños, en reuniones familiares. La mayoría siempre son polvos rápidos, de uno de esos encuentros hoy tengo una hermosa hija, Mara de 4 años, por ahora no le he dicho nada quizás un día se lo diga, espero que lo tome bien y que entienda porque no le dije. Ojala les guste mi relato, pronto publicare mas, besos que tengan un bello dia