1. Todo ocurrió de forma fortuita V y epílogo


    Fecha: 20/02/2018, Categorías: Gays Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues

    ... tiempo que Marisa hacia lo mismo con Carlos, parecía que todo estaba orquestado. Siguieron besándonos, notando como nuestras pollas iban reaccionando; Marisa se fue bajando besando primero las tetillas de Carlos, para luego su lengua jugar con su ombligo, deslizándola hasta su polla que comenzó a lamer. Nadie hablaba, nadie decía nada, solo se oían suspiros, respiraciones entrecortadas y lametones. Cuando la polla de Carlos ya estaba inhiesta Marisa, se puso encima de él y comenzó a penetrar su coño, fue bajando poco a poco ya que el tamaño de la polla de Carlos le perforaba expandiendo sus paredes, mantenía su cara con los ojos cerrados sintiendo como su interior se iba llenando con lo que deseaba. Una vez en su interior la totalidad del taladro que se había metido, permaneció quieta, saboreando el momento y el instrumento, dejando que su cuerpo se aclimatase a semejante herramienta. Carmen mientras se sentó sobre mi, y comenzó a acariciarse el clítoris, mostrándomelo, mientras con la otra mano y por detrás de su culo me magreaba la polla. Su cara reflejaba la excitación que iba adquiriendo, y sus gemidos iban en consonancia con la intensidad que manejaba en el manejo de su botón. Mi polla por otro lado sentía ya la excitación no solo de su manejo, sino también del espectáculo que estaba viviendo (uno no está acostumbrado a ver a su mujer a su lado folandola otro hombre, al mismo tiempo que tener a la mujer de ese otro hombre pajeándole y pajeándose encima de su cuerpo). ...
    ... Marisa seguía quieta con la polla de Carlos en su interior, mientras este jugaba con sus tetas, ella me miraba y me sonreía. Carmen terminó con sus maniobras y me dijo, hoy quiero darte lo que no te di ayer, y recogió de encima de la mesilla un botecito que no había visto yo. Me hizo levantar y se puso a cuatro patas ofreciéndome dos cosas, el botecito y su culo. Enseguida reaccioné y abriéndolo comencé a untarle el agujero con la crema del bote. Reaccionó con un suspiro, no creo que fuese fruto de la temperatura de la crema sino de lo que sabía que le venía a continuación. Mis dedos comenzaron a trabajar su ojete, un dedo entraba y salía con mucha facilidad, el segundo entró bien por efecto de la crema, perro le molestaba en la medida en que los metía y sacaba haciendo círculos con ellos para dilatarle. Cuando ya se acostumbraba al mete-saca de mis dedos comenzaba a gemir, así que me animé a hacerlo con tres dedos (aunque mi polla no es como la de Carlos, no quería hacerle daño al penetrarle). Ella gimió cuando mis tres dedos intentaban penetrar, a pesar de que los había untado previamente. Por fin entraron y los deje quietos para que se acostumbrase, tras unos segundos comencé a moverlos. Aunque al principio parecía que le molestaba, se acostumbró al movimiento y empezó a suspirar y gemir de placer. Eso me animó y poniéndome de rodillas tras de ella, puse mi polla en la boca de la mina y presioné despacio. Ella al sentirla se tiró hacia atrás y mi polla entró sin ninguna ...
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