1. Todo ocurrió de forma fortuita V y epílogo


    Fecha: 20/02/2018, Categorías: Gays Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues

    Al día siguiente coincidimos como siempre Carlos y yo a la hora del desayuno y me dijo que no tenía mucho tiempo, ya que había adelantado algunas reuniones para ese día y así el viernes poder tener la mañana libre para hacer las compras necesarias para el cumpleaños de Marisa. Ambos éramos conscientes de que al día siguiente íbamos a tener una mañana ajetreada y por tanto, otro día más sin poder disfrutar el uno del otro, pero nos dijimos que ya nos resarciríamos de alguna forma en el fin de semana en mi casa. Así que el viernes, tras dejar a los críos, nos fuimos a una tienda especializada en cosas para fiestas, compramos globos y colgantes para adornar el jardín y el salón de la casa. Tras eso nos dividimos el resto de compras, Carlos se encargaría de comprar la bebida, y yo la comida y el regalo para Marisa; quedando en que el sábado Marisa iría a buscar a Carmen y recoger el postre que yo iba a encargar y él vendría a casa después de comer, así tendríamos tiempo de preparar todo y de darnos un homenaje, antes de que ellas llegasen. Así lo hicimos y por la noche le comenté a Marisa nuestro plan, lógicamente no le comenté que Carlos y yo teníamos la intención de estar juntos mientras ellas estaban fuera. Me dijo que conforme y tras darle la dirección de donde debería recoger el postre, y que estaba a su nombre, nos fuimos a dormir. Esa noche no hubo nada, aunque yo barruntaba cosas sobre el rato que íbamos a pasar Carlos y yo solos, sobre todo teniendo en cuenta que ...
    ... llevábamos una semana sin estar juntos. En ese momento me saltó la imagen de Angel y me dí cuenta de que me había causado más impresión de la que yo pensaba. Deseché la imagen y la situación y, tras darme la vuelta, me puse a dormir. Al día siguiente desperté primero a los niños y con sus regalos, nos dirigimos a la cama de Marisa, allí estaba, dormida y relajada, y tras cantarle el “cumpleaños feliz”, entregarle los regalos y darle un montón de besos a su madre, los niños se fueron al salón. Nos quedamos los dos solos, me acerqué y le besé en los labios, ella respondió a mi beso abriendo su boca y sacando su lengua buscando la mía. Como me sucede últimamente, cada vez que me besan, comencé a excitarme y pasé a la acción, pero Marisa me paró y me dijo, ya sé que no es tu cumpleaños, pero yo también tengo un regalo para ti y te lo daré esta noche. Me quedé pasmado, algo que empezaba a ser habitual, y le pregunté a que se debía y que era ese regalo si iban a estar Carlos y Carmen y ella me contestó: - No te preocupes, a ellos también les va a encantar, es un regalo compartido. Y tras decirme eso se levantó como una diosa, con un camisón corto en el que resaltaban sus pezones, y tras darme un beso fugaz se dirigió a la ducha. Yo, decidí bajar y preparar el desayuno para los cuatro. En el mismo, le comenté a Marisa que no se olvidase del plan de la tarde, que Carlos y yo nos encargaríamos de preparar todo para cuando viniesen y que si llegaban para las siete tendríamos tiempo de darnos ...
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