Egipto (I)
Fecha: 17/09/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Muy buenos días queridos lectores de TODORELATOS. Os voy a contar una maravillosa aventura que me ocurrió en el verano del 2000 y que todavía hoy recuerdo con felicidad y alegría.Mi nombre es Nuria. Por aquel entonces tenía 29 años. Soy espeleóloga y me apasiona todo lo relacionado con las antiguas culturas y civilizaciones. Ese verano, había podido ahorrar algún dinero, y como no tenía compromisos personales ni familia a quien dar explicaciones, pensé que era el momento perfecto para embarcarme en un gran viaje y en pocos días cerré un viaje de 30 días a Egipto y alrededores.Paso por alto los prolegómenos del viaje y mis primeros días en las áridas llanuras del desierto, ya que carecen de interés para mis lectores.Una vez instalada en el lugar, y tras visitar bastantes grupos que trasladaban a turistas a través del desierto, contraté los servicios de Agmed, un chico que chapurreaba el español y con el que tuve una química especial desde el primer instante. El viaje tenía una duración de 7 días ( salvo imprevistos) y tenía como destino final la visita de las ruinas más impresionantes jamás encontradas.Agmed me dijo que únicamente tenía que preocuparme de mi ropa y mis enseres personales, ya que del agua, la comida, y la tienda de campaña se encargaría él.En principio me contó que normalmente solían hacerse grupos de 10 turistas y otros 7 que completaban el equipo de Agmed, pero cuando a la mañana siguiente aparecí en el lugar acordado, no vi a ningún turista y sí a siete ...
... jóvenes del lugar que amablemente me invitaron a subir al camión ofreciéndome el sillón más cómodo y agua fresca.Agmed tardó algunos minutos en llegar, y cuando lo hizo le pregunté si iban a hacer un viaje tan largo por un solo turista, a lo que me contestó que ellos aprovechaban el trayecto para transportar mercancía y que no les importaba que no hubiera turistas.La respuesta me convenció y el ambiente de los jóvenes me infundió tranquilidad lo que me hizo aceptar sin dudarlo.Las primeras horas fueron muy largas pues el camino era muy pedregoso y el camión iba de un lado a otro. A las cinco horas de viaje, el camión se detuvo y los hombres bajaron del mismo y se dispusieron a montar el campamento. Yo les veía trabajar sin descanso y quedé impresionada con la musculatura de todos ellos, que brillaba a la luz del sol. Cuando hubieron acabado, Agmed se acercó a mí y me sugirió que me desnudara y tomara un baño en un pequeño oasis que quedaba cerca del lugar de acampada.Mi respuesta fue rotunda, negándome a que siete hombres disfrutaran de mi cuerpo desnudo. Agmed sonrió y me dijo: Mira, tienes que estar tranquila. Nosotros, si hubiéramos querido, podríamos haberte hecho lo que hubiéramos querido y como habrás visto, nadie te ha hecho nada que tú no pidieras antes. Pues así va ha ser durante todo el viaje. Si tú quieres disfrutar de esta aventura, follándote a todos y cada uno de los chicos, o solo a dos, o a uno, o lo que quieras, ellos te complacerán hasta límites que los europeos ...