Suegra atendida
Fecha: 17/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tetas, bajé su vestido por los hombros despacio contemplando cómo aquella mujer que tanto deseaba templaba ante mis caricias, poco a poco bajé su vestido hasta ponerlo en el suelo, y ahí ante mí estaba desnuda la mujer que tanto deseaba, la madre de mi esposa su cuerpo era realmente maravillo, unas tetas grandes y redondas cubiertas sólo por un sostén de encaje , unas caderas anchas y definidas, su raja se veía realmente deliciosa, se veía apretada y peludita tapada con un calzón blanco muy poco sensual pero sí muy arrechante, su trasero era grande y firme, el verla así hizo que mi verga se pusiera aún más dura y grande. - Entonces mirándome directamente a los ojos dijo: - A ver Raúl demuéstrele a esta vieja que usted no es ningún muchachito, que usted es todo un hombre que puede hacer feliz a cualquier mujer. Inmediatamente tomé mi pantaloncillo y lo bajé, dejando libre mi verga. Me acerqué de nuevo a ella y empecé a besarla en la boca, sus labios se abrieron recibiendo los míos, su lengua penetró en mi boca, nuestras lenguas se entrelazaron en un ardiente beso. Continué besándola y empecé a acariciar sus ricas tetas, solté las tiras de su sostén, éste cayó al suelo, y sus ricas tetas quedaron libres las acaricié con mis manos y después separando mis labios de los suyos bajé hasta chupar las puntas de sus sexos con mi boca. - Ahhh sí Raúl qué rico, siga no pare necesito sentir sus caricias, sí hágame sentir que estoy viva aún, ella tomó mi verga con su mano, presionando ...
... fuertemente, la frotaba y me decía: - Ay Raúl qué verga tan rica tienes, qué delicia sentir una verga tan joven y dura en mis manos. - Cójala suegrita es toda suya, sea feliz con ella. La levanté y la deposité de nuevo sobre un puñado de ropa que estaba para lavar, me acosté junto a ella y me incliné, con mucho cuidado tomé sus piernas y las abrí separándolas suavemente, sentía su suavidad, poco a poco metí mi cabeza entre sus muslos, - Uhhh qué rico suegrita, qué vagina más deliciosa tiene, pasaba mi lengua despacio por sus labios vaginales y suavemente introducía mi lengua en su vagina buscando su clítoris, que estaba hinchado de tanta excitación. - Ahhh, siga siga gemía ella , con la respiración entrecortada. Chupé su clítoris durante muchos minutos, se pronto sentí cómo gemía aún más fuerte y contraía su vagina, un chorro de jugo salió de lo más profundo de su ser. - Ahhh sí Raúl, ahh qué rico estoy teniendo un orgasmo decía entre jadeos. - hace tiempo que no sentía nada tan maravilloso. Entonces incorporándose se acercó a mí y me besó en la boca, sus tetas seguía muy erectas y mi verga aún más. Entonces inclinándose fue directo hacia mi verga y la metió en la boca, el sentir la calidez de su boca sobre mi verga hizo que gimiera de placer, me mamaba la verga de una forma deliciosa, chupaba la base y pasaba su lengua por mis bolas, las metía en su boca y las chupaba suavemente. Después metió toda mi verga en su boca solamente le entró una parte. - Papacito rico qué verga más ...