Mi venganza (2)
Fecha: 23/02/2018,
Categorías:
Grandes Relatos,
Dominación
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... embarazada. 10- El dinero no lo gastaba ella. Se lo daba a él para que viviese como un rey, gastando en juergas, borracheras y drogas. … Mejor no sigo. Edité los vídeos y dejé una cinta sobre el televisor, con una nota que le avisaba que no volvería a comer y que lo haría a media tarde y hablaríamos del divorcio. Mientras, que la fuese visionando. Que si no tenía suficiente, le prepararía más. A media tarde volví, como había indicado, encontrándome sentados en la sala Carla, Jorge y otra mujer. -Hola (…) (perdón que no de información sobre mi, por las razones de mi primera historia) ¿Me puedes decir qué significa esto? ¿Cómo se te ha ocurrido la desfachatez de grabar nuestra intimidad? Veo que no has dejado de ser el cerdo que siempre fuiste. -No pretenderás hacerme ver que la culpa es mía por hacer la grabación de vuestras infidelidades. -¡¡¡Mis infidelidades!!! Si en lugar de ser tan pasivo, apático y poco fogoso, hubieses sido más ardiente y hubieses respondido a mis peticiones de sexo, no habría tenido que llegar a esto. En ese momento, estábamos de pie, uno frente a otro, junto una mesa de centro baja y de cristal. -¡¡¡Pasivo yo!!! ¡¡¡Apático!!! ¡¡¡Poco fogoso!! ¡¡¡Peticiones de sexo tuyas!!! Mira, si fuera otro te partía la cara ahora mismo. –Dije esto levantando la mano. Ante este gesto, ella dio un paso atrás, tropezando con la mesa y cayendo sobre el cristal, el cual se rompió en mil pedazos, haciendo algunos cortes y arañazos en brazos, piernas y cuello, así ...
... como un pequeño rasguño en la cara. Todos nos abalanzamos sobre ella para levantarla. La mujer y Jorge me apartaron de malos modos y ella dijo: -Soy la abogada de la señora. Todos hemos visto cómo intentaba tirarla y la ha empujado hasta que ha caído sobre la mesa. Esto es violencia doméstica y vamos a acusarle de ello. Le esperan a Ud. un par de años de cárcel como mínimo. En fin. Tuve que marcharme, ellos fueron al hospital para que les hiciesen un informe médico. Yo me busqué un abogado que fue demasiado malo y la abogada de ella demasiado buena. Perdí en la negociación Para no ir a la cárcel, tuve que cederle la casa a ella, los ahorros y los beneficios que aportase mi patente del aparato fabricado por la empresa. Además tenía que pasarle una pensión y pagar los plazos de la hipoteca de la casa. Más tarde, la empresa me propuso realizar unas adaptaciones de mi proyecto, pero tuve que negarme al no tener los derechos. Recogí las pocas cosas que eran mías en la casa. Ahí me di cuenta de lo poco que tenía. Con algo de dinero que tenía escondido por si acaso pude alquilar un pisito, y seguir viviendo. Con los meses me entró una fuerte depresión y dejé de trabajar en la empresa. Otro abogado más listo, consiguió que no tuviese que pagar la pensión hasta que volviese a trabajar. Al fin me recuperé, pero no quise volver a mi antiguo trabajo. Me ofrecí a varias empresas de productos electrónicos y fue como si el fallecido Steve Jobs se hubiese ofrecido a trabajar a cualquier otra ...