1. Entregando a Lorena 6


    Fecha: 25/02/2018, Categorías: Anal Voyerismo Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... silenciosos orgasmos, sólo evidentes por la manera en que temblaba al alcanzar cada uno de ellos. Mi amigo todavía continuó con su cadencioso ritmo por otro par de minutos, hasta que se arqueó y dio un grito gutural, dejándome saber que una vez más se había descargado dentro de Lorena.Se salió de ella y comenzó a vestirse, diciendo que no había quedado satisfecho con la conducta de Lorena, sentía que esta vez ella me había dedicado todo su goce a mí y me había provocado más placer que a él.Le dije que si no le gustaba, podía ir a cogerse a la esposa de algún otro amigo, pero entonces se ofendió y se fue diciendo que "su putita" merecía ser castigada por su mal comportamiento y ya pensaría cómo hacerla escarmentar.A Lorena la excitó bastante escuchar esto último y yo sentí que mi verga volvía a endurecerse, así que cargué a mi esposa sobre mis hombros y así subimos hasta nuestra habitación. Allí la arrojé sobre la cama y la hice voltear boca abajo, abalanzándome sobre su cuerpo y aplastándola con mi peso. Le metí con violencia un dedo en el culo y gritó de dolor, quiso escaparse pero la inmovilicé, atándole las manos a la espalda con mi cinturón.- Por la cola no... todavía me duele mucho y además... le pertenece a Carlos.Sus últimas palabras me enloquecieron totalmente, así que ya no me ...
    ... importaban sus quejas ni ruegos, solamente quería maltratarla como hacían sus otros amantes.La penetré de una sola vez con mucha fuerza, sintiendo como mi verga se abría paso a través de su estrecho culo, ese hermoso culo que nunca me había permitido disfrutar y que otros ya se lo habían roto, desgraciadamente con bastante frecuencia.Estuve un buen rato bombeando con violencia, mientras Lorena lloraba y me insultaba, diciendo además que me amaba pero que quería reservar su culo solamente para Carlos.Por fin sentí que me descargaba en su interior, fue una acabada espectacular.Lorena se desprendió de mi abrazo y consiguió soltarse las ataduras, lloró y me insultó, para luego encerrarse en el baño por un largo rato.Me estaba quedando dormido cuando sentí su suave cuerpo junto al mío, comenzó besándome despacio el pecho hasta terminar lamiendo mi pija, que por supuesto enseguida estuvo lista para continuar la batalla. Pero esta vez Lorena pasó una pierna sobre mi cintura y se fue deslizando suavemente hasta que su cálida y húmeda concha se empaló en mi verga bien endurecida. Mientras observaba a mi esposa balancearse buscando su propio orgasmo, me puse a pensar otra vez si todo esto era una calentura pasajera o se estaba convirtiendo en una terrible perversión que se nos iba definitivamente de las manos. 
«12»