1. Mi marido me hizo probar a otro hombre


    Fecha: 27/02/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Haciéndome la inocente salí al balcón así como iba vestida y escuché un shiii, miré al frente y era Toño. Dijo. Quiero hablar contigo un momento, ¿puedo ir un ratito?, le dije que haga silencio poniendo un dedo en los labios y le fui a abrir, pero antes de eso le dije a Rodrigo lo que estaba pasando. Apagué las luces de arriba y bajé. Abrí y entró Toño. Qué pasa Toño, le pregunté, él respondió, es algo bastante largo, ¿puedo entrar?, ¿tu marido está dormido? Sí, le dije, parece que se emborrachó bastante. Le permití entrar y al hacerlo me hice la asustada, ay, que vergüenza, por el apuro bajé así, respondió que no me preocupara, que así estaba bellísima. Nos sentamos en la sala a media luz y me rogó que le diera un trago. Al ir a servírselo al bar, sentí que me taladraba las nalgas con la mirada. Al volver, me clavó los ojos en mi parte íntima, me estremecí de gusto, le di el trago y me pidió que me siente a su lado, lo hice y al instante comenzó a decirme que era bella, sexi, sensual y tantas cosas más que dicen los hombres cuando tienen a una mujer ajena con tentadora, mostrando todo y sin poder acariciarla, le respondí que estaba muy mareada y que no sabía porque lo había dejado entra a riesgo que baje mi marido y lo vea ahí. Me tomó de la mano, la besó algunas veces. Me dio un trago y ahora si me hice la mareada totalmente. Me levanté "cuando casi me caigo alcanzando a tomarme en sus brazos", me acostó en el mueble grande y yo a propósito me puse boca abajo diciendo, ...
    ... que mal que me siento Toño. El decía tranquila princesa, descansa un poco, mientras tanto te voy a dar un masaje para que te pase la bebida. Empezó a sobarme el cuello e iba bajando a la espalda y volvía a subir. Entonces ideé algo para que al día siguiente él creyera que era por que estaba borracha. "Ya media dormida y mareada" le empecé a decir, Rodrigo, tengo sueño (le iba a hacer creer que quien me masajeaba era mi marido" y no se si cayó en la trampa porque me respondía despacito "si mi amor, descanse tranquila que yo te cuido" . Como a los diez minutos sus masajes fueron bajando de mi cuello a mi espalda hasta que llegaron como era lo esperado por mí hasta mis nalgas y ahí se quedaron. Se dedicó a darles masaje completo, me bajó la tanga y se pegó a besarme mi huequito con tanta pasión que "desperté media dormida". Dije en voz baja, Rodrigo que rico siento, el trago me mareó pero no quiero dormirme sin que me hagas el amor. El hombre rico no esperó más. Yo seguía con los "ojos cerrados totalmente borracha". Solamente sentí unos brazos que me viraron boca arriba y unos dedos que me separaban la tanga que cubría mi vagina, luego una lengua que me devoraba mi interior, esa lengua mordía mi clítoris y me sumía en la completa felicidad, yo me estremecía de gusto, sabiendo que no era mi marido y que estaba siendo infiel con su consentimiento, pero si me imaginaba que él estaría arriba en la obscuridad mirando todo como era su fantasía y más me excitaba saber eso. Cuando me di ...
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