1. El contrato


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Infidelidad Dominación Autor: ZorraInsaciable, Fuente: CuentoRelatos

    Me subí al carro mientras me acomodaba la blusa y el peinado... No quería parecer tan zorra llegando a mi casa... Emilio se subió al auto y acelero con rapidez. -Tengo que ir a recoger arriendo antes de que ese guevon se duerma -me dijo y paso su mano por mis muslos... De una manera suave y dominante. Yo seguía calientica, trataba de disimularlo pero la realidad es que quería más... Sentía como me chorreaba la vagina y eso me arrechaba... Mis tetas y mi boca olían a verga, mis manos tenían ese aroma a sus partes íntimas... Me acomodaba para ventilar mi entrepierna y que mi olor le llegara a él... Empezaba acomodarme la blusa y empezaba a tirar cara de buscona. -bueno a ver si me llevas a mi casa pronto también -le dije mirándolo como con ganas de todo menos de llegar a casa. -tranquila muñeca, yo no me demoro acá y salimos para tu casita -lo dijo en tono encantador... Y me acaricio el muslo con fuerza. Yo me ladee sacando mis pechos como entregándoselos a placer. El saborío con sus ojos pero enseguida siguió conduciendo. En cuestión de unos minutos habíamos llegado a donde Emilio debía recoger la renta. Se bajó rápidamente ya que el señor lo esperaba afuera de la casa. Mi raja seguía escurriendo leche y estaba cada vez más inquieta y en la cara se me notaba. Entre miradas vi como el señor inquilino me reconoció... Le hice familiar y el a mí también en alguna ocasión pasada le vi en alguna reunión con mi pareja. Era un señor no muy agraciado pero tenía algo... Emilio se ...
    ... interpuso entre nuestras miradas y recibió el dinero seguido de un estrechón de manos y volvió a subir al carro. - ahora si vamos para tu casita -me dijo mientras prendía el carro- pero te toca consentirme mientras llegamos -y de nuevo deja ese paquetote al aire al borde del timón. Mientras yo me saboreo y me acerco de repente Emilio me agarra la cara con fuerza y me dice al oído -esto apenas empieza perrita... -Con brusquedad me acerca a su bulto y simplemente me dejo llevar, lo busco con mi boca y me engullo su verga una y otra vez. - eso así me gusta, bien perrita -susurraba mientras mi lengua no podía dejar girar alrededor de su glande mientras lo sacaba y lo metía en mi boca. Sonaban mis chupadas y se intercalaban con sus gemidos. Su verga sabia agria y dulce, sucia y olorosa pero muy ancha, gruesota y me tenía ardiendo de nuevo, era jugosa y venosa, me hacía sentir perra y sucia. De un momento a otro se orilla y parquea... Por la mamada que le estaba pegando no me había percatado que estábamos afuera de mi casa, mi sorpresa era tal porque pensé que me iba a meter a un motel a culearme. Pero no, me llevo a mi casa. Sin embargo yo seguí mamándole esa estaca que empezaba a lubricar ese saborcito que me pone cachonda... -me vas hacer venir en tu boquita... Pero no quiero, quiero estallarte otra vez ese chochito. Para ese momento ya llevábamos varios minutos parqueados afuera de la casa, yo seguía empedernida en lamer de arriba abajo mi trofeo, utilizaba mi lengua para deslizarla ...
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