Viaje a Puerto Vallarta (parte 2)
Fecha: 01/03/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: chivetin, Fuente: CuentoRelatos
... muslos tocaba mi verga como no queriendo, volteé para ver cómo iba mi esposa y seguía boca abajo volteada también al lado contrario, de fondo había una música barata como con el sonido de cascadas muy alto para mi gusto, vi que el muchacho sonreía con mi esposa y le decía cosas pero no entendía lo que hablaban. La muchacha me pidió que me pusiera boca arriba y en cuanto me vio la verga empezó a parárseme un poco, ella trabajaba en mi pubis y mi verga aún no estaba totalmente erecta y en eso volteo mi esposa y puse la cara de decente y distraído, se me quedo viendo sin sentimiento alguno y dije entre mi "ya valió verga" y en eso se volvió a voltear al otro lado, dije "va a llorar o algo", volteé a verla mejor y tenía la toalla de las nalgas a la mitad y las piernas separadas estando boca abajo aun, seguramente desde el punto del masajista le podía ver toda la panocha y el ano, de inmediato se me paro la verga y mi masajista me la agarro y empezó a frotarme y le dije "despacito", la verdad era que podía venirme en cualquier momento y no quería desperdiciar la venida con tal cosa que estaba ocurriendo y terminar sin sentido. El muchacho se arrodillo a la altura del rostro de mi esposa y vi que mi esposa le dijo "si" con la cabeza y él se sonrió, se quitó el amigo la camisa y parado alcance a escuchar que él le pregunto "el pantalón también? y en eso se lo bajo", el amigo estaba bien dado, tenía la verga parada y usaba tanga, se le salía media verga y le llegaba al ombligo, era ...
... un muchacho del montón, sin chiste más que con una verga más grande que la mía. El amigo empezó a masajearle los muslos internos habiendo antes subido la toalla hasta la espalda, sabía bien su trabajo porque de entrada a una mujer que se la quitas de una la asustas, de una me subió el pulso, me latía el corazón rapidísimo de la emoción, nunca me había sentido así, mi esposa estaba moviéndose mucho, sabía que estaba llena de placer y también pena porque la viera porque desde hace rato no se volteaba y para el tiempo que teníamos ya debía haberse puesto boca arriba, de una creo que me leyó la mente el tipo y le dijo que se pusiera boca arriba, a ella no le importo que le viera el busto ni demás, el amigo haciendo bien las cosas le puso la toalla en el busto y la del vientre arriba del ombligo dejando al descubierta su depilada panochita con una diminuta raya, le quiso subir la pierna izquierda para dejarla en forma de triángulo y seguir masajeando el muslo y ella dejo de fingir o importarle y levanto las dos rodillas y las reposo hacia los lados dejando las piernas contraídas y abiertas con la panocha totalmente al aire y abierta, yo no aguantaba más, le dije a mi masajista casi al oído "vete en dos minutos, así está bien, gracias", tenía yo la verga piradísima y cuando termine de secretear a la muchacha mi esposa voltio y dijo viéndome "es que ya no puedo"... "ya no puedo" y le dije de nuevo a la masajista mía "si gustas vete ya". Salió la masajista y mi esposa seguía diciendo ...