Visitas inesperadas - Parte 3 - Relatos Eróticos

Visitas inesperadas - Parte 3

... anterior, no era consiente que él la vio en ropa interior, que sus deliciosas nalgas tan regordetas pero fantásticas fueron tocadas por la mujer que tanto ama, por mi tía. Mi madre sin duda aún mantenía su inocencia pura. Bueno chicos, es hora de desayunar- dijo mi madre con su calidez tan característica. En cuanto nos pusimos en marcha de forma inesperada mi madre se agachó a recoger una revista por lo que sus maravillosos muslos flexionados y con su culazo en pompa le fue irresistible a mi tía y con una manotazo se las azotó PLASS! Se escuchó ¡AYYY! ¡PATRICIA PERO QUÉ HACES!- gritó mi madre Jajajaja- lo siento hermanita, es que verte así fue tan tentador Con que esas tenemos ehhh- dijo mi madre con más calma Jajaja, dime, ¿qué harás Ana?- mi tía le preguntó con un tono retador pero travieso -Me las pagarás- acto seguido mi madre se abalanzó hacia ella y le metió una palmada fuerte en toda la extensión de su maravillosa pompa- PLAAS! ¡Ahhh!- gritó mi tía -jajajaja se carcajeaba mi madre Por mi parte sólo me limité a mirar cómo aquellas hembras corrían por toda la extensión del pequeño jardín exterior de la casa tratándose de pegar en las nalgas mientras se divertían y sonrojaban; estaban tan metidas en su pleito de niñas que ni cuenta se dieron del espectáculo tan morboso que mostraban no sólo a mí, quién estaba a pocos metros de ellas, sino a los ¡vecinos! Incluyendo a un viejecillo llamado Julián con fama de mañoso, el cual desde que conoció a mi madre se obsesionó con ...

... ella El pobre anciano maravillado y estático se quedó observando la escena, una en la cual mi tía con esa clase de malicia se las ingenió para ¡levantarle la bata a mi madre por cada nalgada! Tantas le arremetió que en cuestión de segundos el contorno regordete pero maravilloso de sus nalgotas era visible -jajajaja ¡PARA HERMANA! ¡PARA!- gritaba mi madre mientras intentaba huir ¡DE ESO NADA, AHORA ME LAS PAGARÁS JAJAJA- dijo mi tía Acto seguido la jaló de la bata y con habilidad la tiró al césped. Mi madre con sus rodillas y manos tocando el suelo trataba de levantarse PERO le era imposible porque mi tía se sentó sobre su espalda como si de un jinete se tratara; mientras ella se esforzaba mi tía con su sonrisa pícara comenzó a arremeter nalgadas más lentas y fuertes en las cuales nos dejaba apreciar el color y forma de su braga, ésta parecía que reventaría por toda la cantidad de carne que retenía Jajajaja- reía mi tía- ¡QUÉ PARES YAA!. Dijo mi madre enfadada (tal vez ya había notado que estaba en la calle “peleando”) Acto seguido mi tía “asustada” se levantó de su espalda y le pidió perdón Lo siento hermana-dijo- me dejé llevar por el momento Mi madre sacudiéndose la tierra y hojas, suspiró y después aceptó la disculpa, no obstante este pequeño juego ocasionó que sus batas se desabrocharan por lo que el inicio de los maravillosos pechos de ambas eran muy visibles, pero obvio los que se llevaban toda la atención eran los de mi progenitora y con justa razón Por su parte el ...