Satisfaciendo a Mamá
Fecha: 26/05/2023,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: WilsonLove, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... las tetas. ¡Qué tetas mas ricas las de mi madre! Y ella empezó a gemir, yo le apretaba las tetas, se las sobaba, se las chupaba, y al mordérselas un poco, me di cuenta que eso la ponía a mil.
Pero no quería entretenerme más en preliminares, debía poseer a mi madre de una buena vez, no quería dejarla pensar y jugarme el riesgo de que se arrepintiera. Bajé mi cabeza aún más y le besé el vientre, mientras que al bajar mi cuerpo le separé las piernas, volví a acomodarme arriba, como para seguir chupandole las tetas, pero en realidad lo que estaba haciendo era acomodándome mejor para penetrarla, mientras chupaba sus pechos con más fuerza y le daba pequeños mordiscos, con las manos le separé las piernas, ella no se dio cuenta de este movimiento (o no se quiso dar cuenta) y con mi mano derecha guié la punta de mi glande hacia esa fuente de calor que me llamaba, que pedía ser llenada, y cuando dejé de jugar con sus pechos, la miré fijamente a sus ojos, ella abrió sus ojos y me miró, extrañada, de por qué me había detenido, y en ese momento empujé con fuerza, hasta el fondo, como si la vida se me fuera en ese esfuerzo. Ella abrió más sus ojos (igual que lo vi ...
... hacerlo con papá) y me abrazó, y empezó a darme besos en toda la cara.
Al fin estaba adentro de su cálida y húmeda cueva, ¡cuánto tiempo había esperado por este maravilloso momento! Había fuego en la mirada de mi madre, se pasaba la lengua por los labios, pensando en el banquete que se iba a dar. Por fin podría dar rienda suelta a todos sus deseos reprimidos y sentirse libre, al fin.
Yo aproveché y empecé el metesaca, primero muy rápido (estaba muy excitado) y después un poco más lento, tratando de controlar y alargar al máximo el placer de la penetración.
Al cabo de dos minutos, (incluso creo que no llegaron ni a cumplirse), le di dos violentas embestidas, y derramé toda mi leche en su interior. Ella, que estaba comenzando a disfrutar, me miró extrañada, y me reclamó : ¿Qué es esto? ¿No es que durabas 2 horas? a lo que contesté mientras sacaba mi pene chorreante de su acogedora gruta:
- Lo siento mama, creo que es un problema de herencia. Y a menos que quieras que papá se de cuenta de esto, creo que no te queda más remedio que aceptarme como tu amante, ¡aunque el que goce sea sólo yo! ¡Te amo, mama!
Contame si te gusta peregrinob@hotmail.com