1. Mi primito machito de 14 me destroza el culo yo de 19 y bonito


    Fecha: 06/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... suavemente, solo su cabezota, se sentía muy rico y relajante, una suave e íntima caricia, él con mucho cuidado de no dañarme. Asael, no lo decía; pero era obvio que él creía que yo era como su novia virgen. Sentía sus manos posarse, con veneración, en mis nalgas; hundiéndose en la esponjosidad de mis pompas. Me estaban cogiendo al fin. La sensación fue, en parte, algo decepcionante, yo esperaba una súper explosión de placer, la locura total, pero no, nada, todo muy tranquilo aunque muy agradable. Pensé por un momento que quizá así era y que no era tan fuerte el sentimiento cuando se lo cogían a uno. Entonces se tensó, se iba a venir, creyó que me iba a embarazar, e inmediatamente se salió para no venirse dentro, sus chorros de semen cayeron en mi ano pero por fuera, fue la primera vez que sentí el semen de un hombre, fue muy rico sentirlos. Pero me pregunté si acaso Asael se hubiera venido adentro lo hubiera disfrutado como se debía. Después, me vestí, platicamos un rato, no sé de qué, y así estábamos. ***EMPIEZA LO REALMENTE BUENO*** No había sido, pues, algo muy fuerte, solo me había metido la cabeza y muy suavemente, y medio vestidos. Entonces, no recuerdo porque, le dije. Con mucho entusiasmo y alegría: “¡Ya sé, cógeme otra vez!” Entonces asumí la posición más sumisa, la de perrito recargando los brazos sobre la cama, aquella posición de total sometimiento, en la que uno mismo es quien ofrece el culo hermoso y blanco y redondo, en la que uno les da las nalgas, en la que ...
    ... uno se entrega. Posición en la que mi hermano mayor me sometía, me dominaba, tratando de cogerme tantas veces, aquella en la que me ordenaba y forzaba que me pusiera para cogerme, pero que no lo lograba porque yo lograba huir, me rebelaba. En esa posición él deseaba dominarme. Y no solo él, muchos amigos más grandes me habían tratado de poner en esa forma, deseando someterme y dominarme y cogerme, pero yo siempre me rebelaba y huía. Porque no quería que se burlaran de mí y dijeran que me dejaba coger, que era una nenita. Pero ahora fui yo mismo quien se desnudó por completo. Me quité la camisa, toda la ropa, lleno de vergüenza de asumir esa posición tan de mujer tan de putita, ofreciéndome por completo, ahora ya todo desnudo, sabiendo que mis nalgas eran hermosísimas redondas, bonitas blancas, me habían dicho que mejores que las de las mujeres, y yo se las estaba entregando por propia voluntad. Me empiné, tantas veces me exigieron que me empinara, tantas veces me gritaban tratando de someterme que me empinara para que me cogieran y siempre me rebelaba, oía por segundos sus voces tratando de someterme llenos de deseo de verme desnudo y cogerme: “¡Empínate!”, con voz de mando. Y yo siempre me rebelaba. Y ahora era yo quien voluntariamente me sometía y me empinaba, dejándole ver completamente por primera vez mi hermoso trasero blanco a alguien, me sentía muy avergonzado de estármele ofreciendo y empinarme para él, para que viera mi culo, por primera vez todo abierto, él sería el ...
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