Una de vikingos
Fecha: 06/03/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Erika, Lars y Laura, por este orden y yo en un sillón al lado. Lars empezó a contar lo bien que se lo había pasado en el partidito de la mañana, que ellos habían ganado. "Tu mujer está tremenda en el juego..." me dijo entre sonrisas y yo le contesté que no sólo en el juego. Laura miraba sorprendida, aunque no se si por lo que estaba oyendo o porque ya sentía la mano caliente del vikingo por su muslo. Lars acariciaba con cada mano a una mujer. Erika se dejó caer un poco y abrió ligeramente las piernas, para que su compañero pudiera acceder bien a su sexo y al mismo tiempo, que yo pudiera verlo bien. Y lo vi: se apreciaba que los líquidos de su coño eran tan abundantes que habían traspasado la tela de su tanga. Mi miembro empezaba a no caber en el slip y se apretaba en mis bermudas. Lars observó que yo miraba la entrepierna de su chica y después de dirigirme una mirada viciosa, le metió la lengua a ella hasta la campanilla. Me había olvidado de Laura hasta que sentí un gemido suyo y al observarla, contemplé como estaba inclinada sobre el pecho de Lars y éste le apretaba los cachetes del culo y le acariciaba toda la pipa –ya mojada según me confesó después ellas- por encima de las braguitas. Yo estaba embobado viendo como se lo hacían los tres: en mi casa y con mi mujer. Erika, desabrochó el jeans de Lars y éste se incorporó un poco para que se lo quitara. Se quedó casi en pelotas, porque llevaba un taparrabos de color rojo que apenas podía contener los 25 cms de polla que ...
... tenía el machote. Laura, que se había puesto de rodillas sobre el sofá y que tenía ya las braguitas a mitad de los muslos, fue la primera que se llevó a la boca el enorme falo del chaval y chupeteáandolo como ella sabe se lo puso más tieso si cabe. Erika se lo arrebató de la boca a Laura y entonces ésta, se sacó una teta del vestido y se la enchufó en la boca a Lars. Yo ya no pude más y de un salto me coloqué detrás de Erika que estaba a cuatro patas, amorraba a la picha de su compañero, le aparte la tirita de la tanga y la emprendí a lengüetazos con el chocho de la rubia, que lo tenía depiladito y rosadito pero con mucho juguito. Cuando sintió la lengua caliente se espatarró aun más la guarra, pidiéndome que se la metiera dentro y dejó de chupetear el ariete del nórdico para comenzar a gemir. Cuando Laura vio el pene libre y apuntando a ella, se tiró a por él y comenzó una felación que acabó en un par de minutos con una bestial eyaculación de Lars en la boca y en las tetas de mi hembra y con un tremendo grito de Laura al sentir ella misma su primer orgasmo. También llegó la corrida de Erika, se derramó de líquidos en mi boca al tiempo que lamía la leche que había derramado Lars en los pechos de Laura. Sólo quedaba yo por alcanzar mi primera cumbre: parecía un bicho raro en medio de aquel bosque de blusas, vestidos, tangas, braguitas, jugos, lefa, y todavía vestido. Erika me tumbó en la alfombra y me bajó los pantalones para a continuación reírse de tan poco slip para semejante ...