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(18-A) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 07/03/2018, Categorías: Grandes Series, Microrelatos, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
... un león. -PUTAAAAAHHH… La concejala se convulsionó y el inspector Balaguer tuvo que agarrarla para que no cayera hacia atrás. Un minuto y Blanca volvió en sí. -Puto cabrón… qué bien follas… -le besó la concejala con placer-. Ani, ¿de dónde has sacado a esta joya? -Lo siento, pero es mío. -¿Pone tu nombre en su polla o qué? -Él me prefiere a mí. -Que lo decida él. -Vale. Ambas se colocaron juntas y posando como furcias rumanas. -A ver, elije ejemplar –se exhibió Ana-. O este lujo… o eso chuchurrido… -No te pases, Ani, que te arranco el clítoris con una dentellada. -¿Con quién te quedas? -No sé… En puterío gana la concejala y en belleza Ana. -¡Toma ya! ¡Jódete! –saboreó Ana su triunfo. -Pásame el vídeo a mi WhatsApp y el móvil de César –recogió Blanca su ropa para irse. -Ya lo hice. ¿A que soy buena? -Puta… -pero la concejala lo dijo sonriendo con satisfacción. -Ahora me toca a mí –intervino Gabriela anhelando acabar la mamada de antes. Se arrodilló y sin mediar palabra se la metió en la boca. -Ahhhh, coño… Vais a acabar conmigo, putas… -volvió a sentir placer por tercera vez. El policía se agarró a la cabeza de Gabriela, con ganas atrasadas. -Míralo, Blanca, un ...
... gilipollas pegado a una polla –soltó Ana una carcajada. -Pero qué polla. -Y qué gilipollas. Ambas rieron sudadas y sofocadas. El aire olía a sexo. -Cuando veo pollas así me da más motivos de peso para apoyar el patriarcado –aseguró la concejala-. La verga es la clave del futuro y la respuesta a nuestras plegarias. -Mira, mira, ya se corre. -Ahhhhhhh, coño… -Gabriela es como un tornado. Lo chupa todo –rió Ana. -Uuuuuuyyy… -Qué semental –se maravilló la concejala-. Tres eyaculadas seguidas y sigue duro. -Te lo recuerdo. Es mío. -Al menos compártelo. -Pondré precio a su polla y así me gano un pastón. -Qué zorra eres. -¿Ya Gabriela? -Polla corrida y limpiada –puso Gabriela el pulgar tieso. Exhausto, el inspector Balaguer se recostó en la cama y quedó inerte. -Pobrecito. Se ha quedado sin semen y sin fuerzas –rio Ana. -Es como chupar un palo de algodón azucarado –se relamía los labios Gabriela-. Yo por mí se la comía otra vez. -Inténtalo pero no se va a enterar –rio la concejala. -Dos folladas y una mamada. ¡Increíble! –flipaba Ana. -Déjalo que duerma lo que necesite y que no le falte de nada –ordenó la concejala-. Hemos encontrado a nuestro rey fálico. ... continuará.