Yeison II - Relatos Eróticos

Yeison II

... idiota – enseguida me soltó y fue a vestirse – salieron corriendo de la casa, yeison me comenzó a acariciar las nalgas, yo lo parte – tengo que limpiar además tengo el culo tan abierto que no disfrutaras nada. Y: vale pero entonces – me puso de rodillas, mamársela otra vez, su guebo sabia rico, mientras mamaba me comenzó a orinar, otra vez volví a tragar, le chupaba las bolas y el solo gemía, logre luego de metérmela toda, le besaba su cabeza y luego me la metía toda en la boca pegando mi nariz en su abdomen, paro yo estaba todo babeado y me llevo a la sala, se sentó y coloco sus piernas sobre mis hombres – cómeme el culo, maricon – yo me puse en la tarea, el culo le sabia mierda, seguro ni se había bañado el cabron, lo lamia frenéticamente mientras que con una mano lo masturbaba, luego de un rato se ladillo y se paro, acabó en mi boca – traga – yo trague – abre – yo abri la boca – buena chica – se rio y se fue a su cuarto. D: espérame, ayúdame a limpiar. Y: nada de eso, tus machos te cogen y tú, la hembra nos das culo, lavas, planchas, cocinas y todo eso, por cierto, dentro de una hora a mas tardar quiero mi desayuno maricon – ...

... dijo riéndose. D: imbécil tu papa llega en cualquier momento. Y: dile todo, que eres una perra traga leche, yo me voy a dormir un rato. Yo enseguida me movilice, limpie todo a gran velocidad, recogí los charcos de orine, puse las sabanas a lavar, abrí las ventanas, limpie con un productos los colchones, luego de que tenía todo limpio y chequee que no hubiera ni la mínima evidencia había pasado como una hora, hice el desayuno y se lo lleve a su cuarto, él estaba adentro en el baño pero me dijo que pasara, yo le deje el desayuno, pero él me llamo adentro del baño, estaba cagando. Y: ven. D: ni de coña. Y: que ? jajaja no te voy a cagar encima, a menos que quieras claro, me sentó arriba de él. D: maldito cochino. Y: nunca te han cogido en el baño – me apretaba las nalgas, me coloqué encima de él mientras estaba aún sentado y lo comencé a besar – me hiciste el desayuno no ? que buena jevita - pero sonó la puerta – pero será posible que te pueda coger en paz una vez – dijo en voz baja. Yo salí rápidamente acomodándome y salude a su papa, que me pregunto qué tal todo, le explique que había limpiado todo y el simplemente me dio las gracias.