Ana y un perfecto desconocido en el motel
Fecha: 10/03/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... atrás. Podía ver su verga completamente erecta que desaparecía y aparecía, una y otra vez, dentro de la concha bien expuesta.Paralizado me quedé contemplando cómo ese hombre se cogía a esa mujer, jadeando ambos de manera incontrolable, sacudiendo todo a su alrededor…También vi a la mujer, tumbada bajo el cuerpo del hombre. Sus manos entrelazadas estaban atadas a la cabecera de la cama mediante una fina corbata roja. Sus firmes tetas se bamboleaban de manera caótica por las embestidas frenéticas del tipo que la estaba cogiendo tan apasionadamente.Vi su cara, desencajada de placer, con los ojos cerrados y la boca abierta, jadeando, chillando de placer, pero no reconocí que fuera mi dulce Anita…Por un momento dudé si era mi esposa o no. Estaba demasiado buena para ser ella, o no reconocía que fuera tan salvaje, tan entregada, tan sensual mientras cogía…Me di la vuelta y me marché tan rápido como pude y sin hacer ruido, cerrando la puerta a mis espaldas. Bajé nuevamente al lobby y pasé de largo por el bar, hasta llegar al jardín de la entrada.La brisa fresca de la noche me despejó un poco la cabeza y entonces pude pensar con más claridad. Recién ahí comprendí que había decidido salir de nuestra propia habitación, porque realmente había identificado a la mujer que estaba debajo del cuerpo de ese hombre… y esa mujer era mi adorada Ana, mi propia esposa!!Volví a subir otra vez las escaleras, pensando en lo que había visto y qué es lo que debía hacer.Al llegar a ese piso, vi que la ...
... puerta de nuestra habitación se abría y un hombre salía. Antes de que pudiera alcanzarlo, el tipo se metió en el ascensor. Marcó su piso y giró respirando hondo. Entonces pude ver que se trataba de ese mismo hombre tan agradable con quien habíamos estado conversando. Ese mismo tipo se había cogido a mi esposa mientras yo confiadamente, terminaba mi último trago en el bar…Llevaba su saco entre las manos y también una corbata de color rojo… la misma con la que había maniatado a Ana mientras se la cogía salvajemente…Antes de que se cerraran las puertas del ascensor alcanzó a verme cerca de él; entonces sonrió ampliamente y levantó sus pulgares, para indicarme que realmente había disfrutado mucho de cogerse a mi mujercita…Regresé a nuestra habitación y entré sin hacer ruido, cerrando la puerta detrás de mí.Me acerqué a la cama, viendo en penumbras que allí estaba Anita, completamente desnuda, recostada sobre un lado de su cuerpo. Me desnudé en silencio y me acosté junto a ella, encendiendo la débil luz de un velador. Entonces pude ver que sus muslos estaban manchados con algo que brillaba a pesar de la penumbra…Mi verga estaba bastante dura en ese momento y se puso más rígida todavía, mientras recordaba lo que había visto unos minutos atrás.Me acerqué a la espalda de Ana y la tomé por la cintura, atrayéndola sobre mi cuerpo y apoyando la punta de mi verga sobre sus abiertos y húmedos labios vaginales.Ella suspiró hondo y puso su mano entre nuestros cuerpos, deteniendo mi avance. ...