El Amor de Cero. - Relatos Eróticos

El Amor de Cero.

Estoy caminando en el estacionamiento para esperar a mí esposo ya que dijo que me recogería después del trabajo. Veo a mi jefe Marcelo allí mientras camina lentamente hacia mi. Estoy usando una mini-falda micro negra con botas que sólo una prostituta usaría con una blusa blanca. En otras palabras, estoy usando exactamente lo que le gusta a Marcelo, a pesar de que pretendo que no me visto para él.Pretendo que estoy enviando mensajes de texto, a medida que se acerca a mi, y de repente siento su mano debajo de mi falda.Ninguno de los dos dicemos nada, ya que ambos sólo nos miramos uno y otro en los ojos.Además él no tiene que decirme nada, la mirada de su cara lo dice todo mientras me agarra la vagina. Yo veo el fuego en sus ojos como él agarra mi conejito realmente duro. Ese es la mirada de un hombre real que no me ha jodido en casi dos meses. Es casi anamalistico en cómo parecemos estar hablando entre ambos sólo con miradas.Yo se lo que él quiere ... Él sabe que lo sepa. Pero todavía me voy a ir con mi marido. Quiero m*****arlo un pocito más.Él me dejó ir cuando finalmente llego Nate y sale del auto para saludarme. Obviamente él no teiene idea de lo que está pasando. Me abraza y le doy un beso en los labios. Marcelo está parado allí con la mirada de un dictador militar, boliviano brutal.Sólo yo nota esto. Lo miro mientras me besa Nate y lo veo conseguir más enojo. Mi esposo pone su mano derecha en mi culo y Chelo finalmente libera su ira sobre él.Él agarra la verga de mi ...

... marido junto con su testículos con su mano izquierda y agarra su camisa con la mano derecha y le ronca como un toro enojado. Siento este hombre corto y musculoso respirar por su cuello.Marcelo: Ten cuidado de cómo tocas a mi puta chica en mi presencia pendejo.Mi marido le da una mirada dolorosa mientras está apretando sus bolas.Nate: ¡Ella es mi esposa!*Le apretá más fuerte.Marcelo: Ella es mi puta de oficina y es mejor que nunca la toques de nuevo.*Él aprieta más fuerte.Marcelo: ¿Entiendes maricón?Estoy parada allí como el jugo se escapa de mi vagina.Nate: ¡Sí señor!Él lo suelta y rápidamente salto a sus brazos y le beso con pasión.Le digo a Nate que nos lleve a los dos a nuestra casa. Nis cojemos en la parte trasera del auto. Todo el viaje en automóvil mi esposo me oye gemir y gritar como una puta Boliviana."No soy un hombre real como Marcelo," es todo lo que esta pensando."(Una semana despues).Nos sentamos juntos en el vestíbulo del hotel esperando a que Marcello la llamara a la habitación. No quiero que haga esto, pero sentí que tenía que ir con Ella.Me levanto y me pongo de rodillas delante de Ella y pongo mi cara y cabeza en su maravilloso pecho mientras se sienta allí mirándome.*La miro en el ojo mientras estoy en mis rodillas.Yo: Mi Diosa Boliviana, no soy lo suficientemente tonto como para pedirte que no vayas a esa habitación porque sé que su respuesta será no. ¿Así que puedo preguntarte si me podrías permitir entrar en la habitación para ver a Chelo joderte?Miro lejos ...