La fentasia de Maria (primera parte)
Fecha: 11/03/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Sabía cómo hacerlo, pues como hombre conozco los puntos más sensibles de nuestro órgano. Me lo introduje todo, chupándolo con deseo, mordiéndole y lamiéndole sus testículos. Un ansia desenfrenada me invadió por completo. Me centré finalmente en su glande, el cual succioné hasta que eyaculó dentro de mi boca. En esos momentos ambos nos besamos compartiendo su cálido semen. Mientras, María había presenciado la escena masturbándose con un consolador. En esta ocasión la receptora de todas nuestras caricias iba a ser ella. Mientras que su marido le chupaba sus grandes tetas, yo le comía su concha mojada, metiéndole y sacando mi lengua dentro del orificio vaginal, me encantaba chupar su clítoris y saborear sus jugos. En ese momento le levanté las piernas y empecé a pasar mi lengua por su ano deslizaba mi lengua desde allá hasta su concha, así durante un rato en el que las prisas no eran ningún obstáculo. Sus gritos de placer se escuchaban en toda la habitación como consecuencia de las infinitas caricias que le estábamos proporcionando: -Fóllame ya, Necesito una verga dentro de mi concha. Empecé a penetrarla con fuertes embestidas, mientras lo hacía, Remi, se a cercó a mí para agarrar mi verga y sacarla del interior de su mujer y hacerme tremendas mamadas, volviéndola e introducir en su esposa: - No lo vuelvas a hacer cielo. -Le dije- vas a hacer que me corra y aún es pronto para mí. No obstante amablemente me pidió que me apartarse de ella para ser él quien la penetrara ahora. ...
... Me dio la impresión de que quería disfrutarla como hacía tiempo que no lo hacía. cómo si a través de ésta experiencia los reconciliase para recuperar el tiempo perdido. Tal vez, quería proporcionarle todo el gozo unido a una ternura olvidada por él y demandada por ella durante tanto tiempo. A pesar de eso ella las aceptaba como si fuera una mujer que descubre por primera vez los placeres secretos del sexo. Era una entrega como la que llevan a cabo dos jóvenes amantes por primera vez. Aunque más que una penetración, María demandaba de su compañero la ternura y calidez humana que éste había olvidado, sn embargo aceptó con gozo la penetración de su marido, agarrándose a sus nalgas y gritando de placer. No tardó en eyacular. Remi se corrió derramando su semen sobre los grandes senos de su esposa. Éste culminó su orgasmo abrazado a María. -Hacía tiempo que no me besabas ni me abrazabas de ésta forma. No me he llegado a correr, pero me ha gustado mucho. Aunque María no tuvo un orgasmo no le importó, porque en ese momento disfrutó la penetración de su esposo, ella era feliz viéndolo disfrutar, prefirió ese momento de ternura el cual hacía tiempo que lo tenía desterrado, prefirió ese abrazo de su marido después del orgasmo, prefirió esa mirada, esa sonrisa final mientras se miraban permaneciendo abrazados y que les hacía cómplices de semejante encuentro. Disfrutó de su hombre, sintió nuevamente su sexo dentro de ella, sus embestidas y sus gemidos al correrse. Lo gozó sintiéndose más ...