1. RONDA DE NOCHE


    Fecha: 19/09/2017, Categorías: Transexuales Autor: lib99, Fuente: RelatosEróticos

    ... dos oscuras y apetitosas frutas. –Te gustas mis tetas, ¿verdad? ¿Quieres chuparlas? Le apretó la cara contra el pecho, obligándole a meterse en la boca una de las tetillas. Tras un primer intento de resistencia Charly comenzó a chuparla, mordisqueándola y tirando de ella con gusto. Lo hizo con fuerza creciente, como si quisiera arrancársela, pero Selena lejos de mostrar dolor ronroneó con placer y le obligó a repetir la operación con el otro pezón. Excitada le agarró por la cabellera y tiró de él hacia abajo, obligándole a arrodillarse. Le colocó la polla frente a su cara y empujó con el glande para abrirse paso entre los labios. Charly los mantuvo cerrados, negando con la cabeza. –Más te vale que obedezcas o me veré obligada a hacerte daño. Le apretó la mandíbula con la mano y le forzó a abrir la boca. Empujó y el miembro entró en su mayor parte, hasta rozarle las amígdalas. Charly carraspeó, casi ahogándose. –¡Vamos! ¡Chupa! Estoy segura de que sabes hacerlo. Tiró de su pelo y él obedeció. Movió la cabeza adelante y atrás, rozándole con los labios toda la extensión del fuste, al comienzo con cierta reticencia, pero de inmediato pareció disfrutar con ello. Su lengua se movió recorriendo la rugosidad del frenillo, las delicadas estrías del glande, jugueteó con la entrada de la uretra y recorrió toda la extensión del largo fuste. –Eso es. ¿Ves como sabes hacer bien las cosas cuando te esfuerzas? Le sujetó la cabeza con las dos manos y movió sus caderas penetrándole la boca ...
    ... como si se estuviera follando un coño. Sus movimientos se hicieron cada vez más rápidos, al tiempo que su respiración se agitaba. Lanzó un gruñido al asaltarle el orgasmo, con unas convulsiones tan fuertes que Charly temió que aquel pedazo de carne fuera a desencajarle la mandíbula. El chorro de esperma le inundó la boca y hubo de tragar parte de él para no ahogarse. –Has sido un alumno obediente. Estas progresando adecuadamente, así que te mereces una recompensa. Sin soltar las esposas le hizo girarse de cara a la pared y quedar a cuatro patas, con el culo a su merced. Selena acarició la suave piel de los glúteos, soltándoles varios cachetes. Los separó y deslizó sus dedos dentro del valle que formaban, hasta detenerse en el ano. Las caricias le hicieron dilatar con rapidez. Escupió dentro del agujero y lo lubricó con fruición. Cuando consideró que estaba a punto sacó la porra que colgaba de su cinturón y la situó a la entrada del esfínter. Charly se asustó e hizo ademán de revolverse. –¡No! Es demasiado grande. –No, no, no… Te estabas portando bien, pero vuelves a repetir tu mal comportamiento. ¿No querrás enfadarme de nuevo? Charly recuperó la docilidad y aguardó en silencio. La porra comenzó a penetrar, despacio, facilitando que el palpitante orificio fuera adaptándose al grueso diámetro. Selena se sorprendió gratamente cuando más de media porra desapareció dentro de la gruta sin apenas quejas del chico. –¡Vaya! Veo que tienes un talento muy especial. Al final vas a lograr ...