Desafío de galaxias (capitulo 57)
Fecha: 13/03/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... algo misterioso e inexplicable, que me incita a querer estar junto a Anahis, no separarme de ella, y abrazarla y besarla sin descanso. —Buena respuesta, no está mal, —Anahis la miró con una sonrisa para luego mirar a Iris— lo que tienes que separar es la reproducción, de las relaciones personales. Pueden estar unidas o no, tú decides. En nuestro caso, no podemos reproducirnos, porque somos dos hembras y porque además nuestras especies son incompatibles, pero hemos elegido libremente vivir juntas como pareja. —Eso en mi mundo ni se plantea, —admitió Iris. Cuándo salieron del recinto del Palacio, muchos viandantes se acercaron a saludar a Marisol y Anahis, a pesar de que al principio, la presencia de un bulban con ellas causaba cierto estupor. Llegaron a la terraza de una cafetería y se sentaron. —¿Qué quieres tomar? —¿Puedo tomar chocolate? —Puedes tomar lo que quieras,—contestó Marisol— además, nos invita Anahis que no me he traído mi unidad de pagos. —En la escuela nos han hablado de esto, pero no sé como funciona… —Es muy sencillo, —dijo Anahis— yo soy general del ejército, es una profesión, y el estado me paga un sueldo, y con ese sueldo yo pago esto que nos vamos a tomar. —El estado ingresa ese dinero en una cuenta, y mientras tengas fondos puedes comprar cosas pagando con la unidad de pagos, —Anahis enseño su mini disco— en el fondo es igual que lo que hacen los lideres con vosotros. —¿No entiendo? —Tu eras la concubina de un pretor, ¿cómo te premiaban los lideres por ...
... hacer eso? —Me daban comida y un nicho en la colmena, aunque en mi caso vivía en una casa con el pretor. —¿Y si no querías ser concubina? —No me darían la tarjeta del dispensador de comida. El comunicador de Anahis sonó y estuvo hablando unos segundos. —Ha llegado Bertil, —dijo Anahis cortando la comunicación— le he dicho que estamos aquí. —¿Le has hablado de Iris? —No, no le he dicho nada. —Pues puede ser interesante, —dijo Marisol arqueando las cejas mientras acariciaba a un niño que se había acercado para entregarla una flor mientras la madre les hacia una foto—. Iris, ¿has visto alguna vez a un kedar? —Si, en el otro lado. Los que limpiaban la colmena donde vivía antes de que asignaran al pretor eran kedar, pero no podíamos hablar con ellos, estaba prohibido. —Pues ahora si lo vas a hacer, viene uno a vernos y es uno de mis lugartenientes, además de un amigo. Unos minutos después, vieron a Bertil que se aproximaba a ellas con una sonrisa en el rostro, sonrisa que se borró instantáneamente cuándo vio con quien estaban. Marisol se levantó para saludarle al igual que Anahis. Iris, al ver que se levantaban también lo hizo. —Bertil, está es Iris. Iris, este es Bertil, es un kedar y es uno de mis principales colaboradores, —Bertil la miraba sin mover un músculo, hasta que finalmente su rostro crispado se fue relajando y lentamente la ofreció la mano sin perder la seriedad. —Iris, es un saludo. Si quieres revolver el saludo, estréchale la mano, —sin pensárselo la estrecho y todos ...