En la trastienda con Miriam - Relatos Eróticos

En la trastienda con Miriam

... suavidad.Sin dejar de sonreír, Miriam metió su dedo mayor en la boca y enseguida lo sacó cubierto de saliva. Sin darme tiempo a nada, corrió la sunga roja a un lado y me hundió ese dedo lubricado hasta el fondo de mi ano, haciendo que reprimiera un respingo de dolor y sorpresa…Giré para decirle si estaba pensando en cogerme solamente utilizando ese pequeño dedo.Pero la turra volvió a mostrarme su sonrisa de lascivia mientras decía:“Ahora vas a saberlo… ni se te ocurra mirarme, puto…” Me advirtió, mientras sacaba su dedo de mi ano.Miré hacia adelante y escuché su voz sensual diciendo:“Esto es lo que tengo para vos… para tu lindo culo…”Me volteé para mirarla y encontré que una enorme verga de silicona color negro ahora colgaba de un arnés alrededor de su delgada cintura, apoyándose sobre su pubis desnudo.“Ahora vas a gritar de dolor… y mis empleadas van a oírte…” Dijo.Sonreí y apoyé mis manos contra el espejo, sacando mi cola hacia afuera.Miriam se agachó y pasó su sedosa lengua por mi raja; abrió mis cachetes con sus manos y lubricó mi estrecha entrada trasera con su saliva.Comencé a resoplar y bufar, sintiendo el placer que me causaba su lengua.Cuando ella se puso de pie, yo me dispuse a ser enculado por esa verga.Pero antes sentí sus dedos dilatándome un poco antes de intentar meterme esa cosa siliconada, esa cosa enorme…De repente sentí un tremendo embiste y supe que esa verga artificial se había clavado en mi apretado ano. Dejé escapar un bufido de placer al sentir ...

... aquella cosa enorme deslizándose dentro de mi ojete…Miriam me susurraba al oído toda clase de groserías; asegurándome que le encantaba encularme con su juguete…Su mano mientras tanto, agarró mi verga dura y comenzó a pajearla, agregando mucho más morbo a esa situación.No pude evitar jadear y gruñir mientras esa perra me rompía el culo y me pajeaba con su experta mano al mismo tiempo.De repente su sobrina Cecilia corrió la cortina y se quedóHipnotizada mirando la escena con la boca abierta.Miriam le dijo algo que no entendí y esa chica se agachó frente a mí, reemplazando los dedos de su jefa con sus delicados labios.El calor de su boca me provocó un placer inusitado y no pude evitar aullar en éxtasis, mientras esas dos mujeres usaban mi cuerpo a voluntad…Pronto acabé en la boca de Cecilia, que desapareció de la escena apenas abrí mis ojos. Mi verga chorreando semen era la prueba de que eso no había sido un sueño.Miriam comenzó a bombear mi culo con más brutalidad y energía; provocando que yo ahora aullara sin cuidarme de que alguien me oyera.Acabé otra vez, mientras sentía mi culo arder bajo las embestidas de esa mujer tan agresiva y sensual…Cuando ella lo notó, sacó por fin la verga de silicona de mi dilatado culo…“Me encantó romperte el culo… ahora quiero que me lo hagas a mí…”Giré con mi verga otra vez erecta, con la intención de metérsela en el apretado culo de mi amante. Miriam sonrió, diciendo que mi verga era bien grande, pero ella quería que se lo hiciera con esa misma pija ...