El mecánico me lubricó el culo
Fecha: 08/12/2023,
Categorías:
Anal
Tus Relatos
Autor: Alexandra Love, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Mi nombre es Alexandra, tengo 28 años, mido 1.68 m. Soy de piel clara, tengo el cabello castaño claro, me gusta traerlo largo, me llega hasta la mitad de la espalda, soy delgada, tengo una cara bonita afilada y ojos color café claro me gusta maquillarme ligeramente y usar labiales rojos. Considero que tengo bonita figura ya que me gusta hacer ejercicio solo para tonificar mis piernas y glúteos, mis senos medianos y redondos, mis pezones son rositas y como montañitas. Conservo una cintura definida y un culo muy bien formado, sobre todo cuando uso jeans, se me marcan muy bien mis nalgas levantaditas y al juntar mis piernas se me forma un huequito apretando mi zona íntima, tengo piernas estilizadas que me gusta mostrar cuando uso minifaldas pues tengo la piel muy suave. Me gusta ser muy femenina, seductora y vestir provocativa, aunque siempre procurando mantener una buena imagen ante las personas que me conocen. Soy divorciada sin hijos y vivo con mi mamá en Zapopan, Jalisco.
Hace aproximadamente tres semanas comencé a trabajar en las oficinas de una empresa de publicidad, en una zona residencial donde no entran los microbuses, por lo que al salir de trabajar debo caminar algunas cuadras hasta llegar a la parada del microbús en una avenida principal. Después de dos semanas de caminar por el mismo rumbo decidí romper la rutina y tomar otras calles, donde hay algunas casas separadas por terrenos baldíos con yerbas, una tienda en la esquina y más adelante un taller ...
... mecánico.
Cuando pasé por el taller vi a un hombre de tez blanca y fornido de unos 45 años, que vestía pantalón de mezclilla, una playera negra y tenis. Estaba recargado en la barda a la entrada del taller fumándose un cigarro y con una lata de cerveza en la mano. Cuando pasé por ahí yo vestía una blusa negra descubierta de los hombros, con un escote amplio que permitía ver entre mis senos, unos jeans blancos muy ajustados que me levantaban tanto el culo, que me apretaba la vagina dejando un huequito en la entrepierna, llevaba unos tacones negros altos de correas.
Continué caminando aproximadamente unos tres metros, dejando atrás el taller mecánico, cuando de pronto escuché que me hablaron vulgarmente.
—¡Ay zorrita! Qué que culo tan rico tienes. —Me dijo el mecánico, con un tono muy morboso.
Me sentí ofendida y puse gesto de desagrado así que no volteé, pero a los cuantos segundos comencé a sentirme cachonda y me reí por dentro. Pues yo estaba en mis días fértiles y tenía tiempo sin coger.
Esa noche dormí recordando lo cachonda que me sentí cuando el mecánico me dijo esos piropos vulgares. Al amanecer desperté con las hormonas muy agitadas, tenía mi vagina muy lubricada y un deseo irrefrenable de tener sexo. Busqué entre los cajones de mi cuarto hasta que encontré mi enema para limpieza anal y un lubricante íntimo. Me hice los lavados anales hasta quedar completamente limpia, me bañé frotando muy sensualmente todo mi cuerpo, recordando lo que el mecánico me había dicho. Me puse muy ...