La acampada en la playa
Fecha: 17/03/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... máximo, pero de repente, sentí que alguien acariciaba mis tetas, me giré, era Jorge, al parecer estaba muy cachondo, seguramente, lo habría presenciado todo, seguía tocándome, miré a Miguel y una sonrisa picarona se reflejaba en su rostro: -Jorge, que coño haces aquí¡¡, dije entrecortadamente, debido al placer ke sentía, la polla de Miguel seguía dentro d mi.- Lárgate de aquí, deja de tocarme¡¡¡ -No zorrita, yo también quiero follarte hasta rebentar. Jorge me levantó, y me tiró a la arena, abrió mis piernas, y empezó a chuparme el coño, que ya estaba muy mojado, me metió dos dedos y empezó a decirme que estaba muy buena, y que me dejara follar. Yo insistí un poco, pero no podía hacer nada, supuse que los demás ya estarían durmiendo, y vista mi impotencia, me dejé. -Vale, fólladme como a una puta, quiero reventar de placer. -Así me gusta, ahora ponte de cuatro patas, vas a saber lo que es follarte por el culo. Enseguida, poseída por el placer y sin saber muy bien lo que hacía me puse a cuatro patas, Jorge, se bajó el bañador y pude ver claramente su polla, estaba muy tiesa y muy dura, empezó a encularme, joder como me gustaba, al mismo tiempo miguel, empezó a follarme por el coño, resultaba muy placentero, me estaban follando por el coño y por el culo a la vez¡¡ yo gritaba de ...
... placer, a la vez que Jorge me daba nalgadas en el culo, y eso m hacia poner más caliente, sentí que los dos se corrieron dentro de mi, era alucinante, yo estaba gozando, el coño me dolía de tanto placer, inmediatamente, sacaron sus pollas, jorge me la puso en la boca y empecé a chuparsela ansiosamente, mientras que miguel me hacía un dedo, dios como estaba disfrutando, nunca había llegado a esos extremos de placer, cada vez gemía más: -No paren, voy a rebentar, mi coño quiere más, dije. Nunca pensé, que esas palabras fuesen a salir de mi boca, pero en ese momento, lo único que deseaba era llegar a la cima de la exitación. De repente, oí que nos llamaban, me levante rápidamente, y cogí el bikini que estaba más abajo, me lo puse, y ellos hicieron o mismo, al llegar a donde estaban todos, aun temblorosa y con el coño ardiendo, les dije a los demás que habíamos ido hasta los diques, y que desde allí, todo se veía muy bonito. Al parecer se lo creyeron, m despedí y m fui a acostar. Sólo han pasado varios meses de esto, pero aún, cuando me masturbo pienso en lo que pasó, y no me arrepiento. De vez en cuando veo a Miguel, y nos saludamos como si nada de aquello hubiese pasado, sólo una vez me susurró al oído, que aquello se repetiría, y yo le respondí con una sonrisa..., claro que se repetirá...