1. Ética, religión y Mónica


    Fecha: 17/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... sintiera el peso de mi mano. Ella reaccionó moviendo los hombros hacía atrás, pero permaneció en su posición. Supongo que quería demostrar que no tenía miedo. - ¿Y bien? - pregunté. - ¿Qué me dices ahora? - Me sentí incomoda. -De acuerdo, pero ¿te hice daño o me lo hice yo mismo o te lastimé de alguna manera? - No, pero no es lo mismo. - ¿Por qué? ¿Por qué ahora toqué uno de tus senos? - Sí. -Yo no veo la diferencia. No lo apreté, no le di masaje, nada. Pareciera ser que la única diferencia es que hay partes del cuerpo que por cuestiones sociales no deben ser tocadas. Aunque no haya intención alguna detrás de ello. Entonces el hombro está bien, pero los senos no, ¿correcto? - Si. - Ok, ¿Puedo volver a tu hombro entonces? - Si. En esta ocasión me acerqué a ella y jalé su blusa suavemente para descubrir su hombro. Puse mi mano sobre éste y con las yemas de los dedos y las uñas hice movimientos circulares y luego de ida y vuelta hacía su cuello. Ella se encogió de hombros y lanzó un suspiro entrecortado. - ¿Y ahora? No pudo contestar. -Entonces no se trata solo de la parte del cuerpo que se toca sino también de cómo se toca. Sé que estoy haciendo trampa, sabía el efecto que te iba a causar, pero lo hago para demostrar otra cosa. ¿Seguimos? En esta ocasión dudó un momento, pero luego dijo que sí. - Ok, abre dos botones de tu blusa. Se me quedó viendo con los ojos abiertos como platos y cara de angustia. - Ok, lo detenemos aquí si quieres. Me miró un momento más, pero al final ...
    ... hizo lo que le pedí. Lo que vi me dejó con la boca abierta, bajo la blusa, que era bastante holgada, se escondían unos senos maravillosos. Estaban comprimidos por el sostén dejando ver una clara línea entre ellos que desaparecía más abajo en la blusa. Estaban abultados en la parte de arriba como queriendo escapar de su prisión. Como pude me controlé y le di mi credencial de la escuela. - Métela entre tus senos como las mujeres que quieren esconder algo. Con gesto turbado obedeció. La credencial casi desapareció. Para poder meterla tuvo que usar una mano para separar esos dos globos geniales y solo quedó a la vista una de las orillas de mi credencial. Honestamente creo que, por el tamaño de esas cosas maravillosas, pudo haber ocultado ahí un auto compacto. Estiré la mano dejando que mis dedos se metieran entre ese maravilloso par y rápidamente saqué mi credencial. - Te acabas de tocar los senos y luego te los toqué yo pero, ¿sentiste que hubiera alguna intención malévola de mi parte? Movió la cabeza negativamente, aunque no muy convencida. - De acuerdo. ¿Pasamos al siguiente nivel? Estoy seguro de que estuvo a punto de decir que no, pero al final con voz débil dijo que sí. En esta ocasión metí mi mano lentamente entre sus preciosos senos y los masajeé con ternura mientras que con el pulgar hacía presión y suaves movimientos circulares sobre uno de sus pezones pudiendo notar que, además de ser enormes, estaban a punto de traspasar el sostén y la blusa de lo parados que estaban. ...
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