Abusada por mi suegro - Relatos Eróticos

Abusada por mi suegro

Hola, soy Brenda, tengo 20 años, soy chilena, soy de piel morena, mido 1.75m, pelo largo negro lacio, delgada, con piernas marcadas por ejercicio. Esa soy yo. Tengo novio desde hace un año, se llama Marcos, es de piel blanca, más bajito que yo mide 1.68, su cuerpo es musculoso porque va al gimnasio. 
Mi relación es bastante formal, nos visitamos en casa, ambos ya nos presentamos a nuestras familias y nos queremos mucho, la gente nota el amor que nos tenemos.
La historia comienza un día que se me ocurre darle una sorpresa a mi novio, le compré un videojuego que él me platicaba que quería, lo compré saliendo de la escuela y se me ocurrió ir a llevárselo de sorpresa a su casa, así que me fui directo hacia allá. La verdad que aunque conocía a sus padres, no éramos mucho de conversar ni cercanos, solo hablaba con ellos lo necesario. Toqué la puerta de su casa, y me dio pena cuando abre la puerta su padre, un hombre ya mayor, de algunos 47 años. Le pregunto por mi novio, a lo que él responde que no está, por lo que me di la vuelta y me dispuse a ir a casa, el señor me dijo “pero no tarda en llegar, si quieres puedes esperarlo en la sala”, no me pareció mala idea así que acepté, pasé y el señor me ofreció limonada, me senté en la sala y me bebí la limonada. Mi suegro se metió a su cuarto, pero yo sentía como desde ahí me miraba, me sentí un poco incómoda pero no sabía cómo irme.
Mi suegro se dispuso a salir y se sentó conmigo en la sala, me hacía conversación, pero yo notaba ...

... cómo se acercaba a mí, discretamente. “-Ya llevas mucho tiempo con mi hijo” me dice, un silencio y continúa “-es afortunado, eres una buena chica y muy guapa”, a lo que sólo sonreí. En eso, siento como pone su mano sobre mi pierna, traté de alejarme pero su mano estaba puesta con fuerza. Voltea hacía mi, mirándome fijamente y solo escucho que lo dice “-pero quisiera saber realmente qué tan afortunado”, me tumba en el sofá, y su mano sube de mi pierna hacia mi cuello. Le dije “señor, déjeme tranquila, que hace?”, con su otra mano empieza a bajar mi falda del uniforme y junto con ella mi calzoncito, quedó descubierta mi vagina, depiladita, como siempre. “Vaya, si la tienes así de lista lo haces seguido con mi hijo” me dice, yo no podía creer lo que sucedía, empecé a forcejear y lágrimas salían de mis ojos, mi suegro era bastante fuerte. Rompió mi camisa de un tirón, y subió mi top, dejando también descubiertos mis pechos, pequeños pero lindos, con mi pezón redondo pequeño y rosita. Ahogó mis quejidos con un beso, y con su mano empezó a frotar mi clitoris, la verdad es que esa fuerza sobre mi intimidad, empezó a hacer que me mojara y poco a poco fui rindiéndome. “Te está gustando”, y yo lo miré con lágrimas en los ojos y asentí. Él soltó una risa, me volteó boca abajo con mis nalgas alzadas, empezó a lamerme mi ano y mi vagina, para ese momento yo gemía. Sacó su pene que era más grande y grueso que el de mi novio, lo puso en la entrada de mi vagina y me jaló hacia el, metiendo con ...