Mi primita Dani - Relatos Eróticos

Mi primita Dani

Siempre me agarran de pendejo para cuidar a mis primos y primas más chicos, me caga que mis tíos dispongan de mi tiempo, creen que porque sólo estudio tengo todo el tiempo del mundo. Tengo 17 años y como mis papás me obligan para ayudar a sus hermanos no me queda de otra. Hoy sí se pasaron, tenía meses convenciendo a una amiga de que cogieramos y cuando por fin la convencí tuve que cancelar la cita porque el fin de semana mis tíos tendrían un viaje y no podían llevar a su hija Dani con ellos. Me encabroné tanto cuando mis papás me obligaron a quedarme en casa de mis tíos cuidando a mi prima todo el fin de semana. Cuando llegué a la casa ya estaba sólo con Dani, tan enojado como cachondo pues ya me hacia cogiendo una rica morrita. Al principio ignoraba a Dani que incistia que jugara con ella a las muñecas, le grité que se fuera a su cuarto que no estuviera jodiendo y triste se fue a su cuarto. Me sentí mal por desquitarme con ella así que fui a disculparme y para jugar con ella para animarla. Cuando entre a su habitación ella estaba sobre su cama boca a bajo con su carita hundida en las almohadas, su vestidito holgado y corto se le subió dejando ver su calzoncito blanco con dibujos animados, ...

... no sé si fue eso o que ya andaba duro por la morra que me iba a coger, pero me puse muy cachondo de ver a Dani en una posición tan cogible, fingí inocentemente recostarme sobre ella sobando mi bulto en sus nalgas, mientras le decía al oido entre besos en su cuello 
-Perdón Dani, estaba de malas, pero ya sé que no debí tratarte así ¿Me disculpas?
-No Saul, me gritaste
-Y si te hago unos masajes para que me perdones.
-¿Masajes?
-Siii, son para que te relajes y sientes rico
A ella le llamó la tención, le quité el vestido y el calzoncito, le llené la espalda de aceite y comencé, de a poco iba a sus nalgas y su panochita de nena, que embadurne bien, ella disfrutaba. Me saque la verga y se la empece a frotar en la puchita, ella quería ver, pero le dije que era parte del masaje y de apoco se la iba metiendo, el aceite funcionaba como lubricante, Dani parecía asustada cuando ya tenía media verga adentro y yo extaciado por cogermela. De lo caliente que andaba me valió madre y comence a darle profundo y fuerte, Dani me pedía parar y yo le daba más fuerte, duro hasta el fondo, ella lloraba y después volvía fue un deleite dejarle mis mecos a fondo, me vine tan rico que me quedé dormido con ella.