Me cogí a la buenota de mí salón - Relatos Eróticos

Me cogí a la buenota de mí salón

Ya casi verano, uno de mis últimos años de secundaria.
Yo ya contaba con mis 16 años, al igual que la mayoría de mis compañeros de salón.
Uno de esos últimos días había poca gente, no habían auxiliares por alguna razón, y los directivos se encontraban ocupados con diversas cuestiones. Mi salón era un desorden, algunos jugando a las cartas, otros con música a todo volumen, jugando con sus teléfonos o simplemente hablando, y como no teníamos profesor esas últimas dos horas... nadie iba a decirnos que hacer.
Yendo al grano, en el salón se encontraba la gran puta de las putas, Camila.

Sere muy explícito al referirme a ella: un gran y gordo culazo, unas tetas de vaca perfectas para chupar por días (no horas, DIAS), y una cara de estúpida con una boca perfecta para tener penes dentro. Tenía un cuerpazo, digno de una puta muy puta.
Pero era muy fastidiosa, molestaba a cualquiera con su séquito de amigas igual de estúpidas que ella.

Pero ese dia se estaba quedando sola, sus amigas llamaban a sus padres para que viniesen a buscarlas ya que no contabamos con profesores.
Cuando se quedo sola, ella salio del salón como si nada.

Pasaron unos minutos, y yo tuve unas ganas de mear increíbles. Fui corriendo al baño, solo para encontrarme con un cartel de "CLAUSURA".
Podria haber sido el fin, pero se me ocurrio una idea brillante. Agarrar el cartel, ponerlo en el baño de mujeres y entrar, para que nadie sospeche de que estaba ahí.

Lo hice, entre rapido y solte todo, era la ...

... gloria, me venia aguantando un buen rato.
Mientras terminaba, tome mi celular para revisar unas cosas, y sin guardarlo me disponía a irme... y la vi.

Vi a la muy puta de Camila sin camiseta, con sus tetas de vaca al aire, sacandose una foto en el espejo.
No podria creerlo, mi celular tampoco ya que empece a tomarle fotos y a grabarla lo más rapido que pude, hasta que se percato de mi presencia.

La cantidad de lloros y sollozos que hizo para que borrara todo y no diga nada fue increíble...
Yo reia, me sentia poderoso.

"Si queres que no diga nada... vas a obedecerme a mi, ¿no?" Ella estaba muerta de miedo, y asintio con la cabeza.

La obligue a acercarse, y no tarde nada en tomarla de ese culazo tan gordo con mis dos manos mientras besaba esa boca de puta a la fuerza.
Obvio tampoco tarde en nada en nalgearla, apretar ese trasero que se marcaba tanto en ese pantalón de gimnasia ajustado.

A continuación, y luego de unos minutos... la jale del pelo, la obligue a arrodillarse, y empece a bajarme el pantalón.
Ella solo rogaba, decía que ya era suficiente, y eso solo hacia calentarme más.
Mientras pedia "por favor", le di unos buenos cachetazos en esa cara de estúpida y encaje mi gran pene hasta su garganta.

Ella lagrimeaba, tenia arcadas por estar tanto tiempo asi, tomaba su cabeza o su pelo para obligarla a mamarmela más y más, con rapidez, lento, o siendo muy rudo, casi con violencia y odio.

Estuve asi por una hora y media, violando esa boca asquerosa, ese ...