Lujuria con mi hijo
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: gatoespia, Fuente: SexoSinTabues
... inconscientemente me empecé a masturbar, pare en ese momento y me pregunte que me pasaba, es mi hijo, no debía, no podía controlar mi cuerpo que pedía una buena pieza de carne entre mis piernas, por lo que me metí a la regadera y con agua fría lo resolví por el momento. Estando en la regadera tomando una ducha, toco la puerta entreabierta mi hijo, preguntando si podía pasar a orinar es que ya le ganaba las ganas, yo estaba detrás de la cortina y lo más que se me veía era mi silueta por lo que no me preocupaba, a pesar de que nunca nos habíamos topado en el baño en casa de mis papas, ya que cada cuarto tenía su baño en esa casa, le dije – ya puedes pasar hijo. Entro apurado, por lo que pude ver su silueta, me dio risa su desesperación por orinar y me asome apenitas entre la cortina que daba a su lado izquierdo, el cerraba los ojos disfrutando poder descargar, y baje lentamente la mirada y cuál fue mi sorpresa al ver el tamaño de su pene no tan largo pero grueso y con un par de bolas que parecían de béisbol, no imagine que alguien pudiera tener ese tamaño de huevos tan grandes y un pene tan grueso para su edad lo traía rasurado también, vi como la sacudía y pareciera como si fuera en cámara lenta , me incorpore a mi ducha y me fije, que no salió enseguida que termino, note por la silueta que se lo acaricio por unos momentos y miraba hacia mi silueta. Luego de unos minutos salió del baño. Después de que salió me dedique a complacerme recordando aquellas bolas, y fantaseando ...
... que se sentiría tenerlas chocando contra mi clítoris en la posición de perrito, acabe en el baño sin fuerza por el enorme orgasmo alcanzado muy rápidamente por la excitación, me acordaba de mis enamorados y ninguno le vi bolas de ese tamaño y pene tan grueso, me sorprendió que haya crecido tan rápido, ya que cuando lo bañaba de chico no parecía que pudiera llegar a esos tamaños. Era la primera semana que descansaba desde que se había mudado a la casa, y no habíamos dormido al mismo tiempo en la cama, por lo que sería nuestra primera noche durmiendo. La cama era matrimonial por lo que dábamos cómodamente, el problema es que yo me acostumbre desde que vivía con mis papas a dormir sin ropa y al parecer también le pasaba lo mismo, ya que mi madre tenía la creencia que no se debía dormir con ropa ya que evitaba la circulación de la sangre mientras dormías. Por lo que nos metimos a la cama y le dije a mi hijo que para que no nos moviéramos mucho, pusiéramos una almohada en medio y ya adentro nos tapamos, nos quitamos la ropa y proseguimos a descansar, Augusto se durmió enseguida ya que había salido en la tarde a jugar futbol y ya se andaba durmiéndose, pero yo no podía conciliar el sueño a pesar de estar cansada, me incomodaba algo que no definía, no sé lo que esperaba que me hiciera algo mi hijo o que no lo hiciera, el caso es que no podía dormir, la excitación, la confusión, la moral y la duda si mi hijo se fijaba en mi o no, no me permitía dormir, mientras que el por el ejercicio ...