Dedicado a imaginacion
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Libros y revistas se agolpan en los estantes, en el cajón, bien ocultas de indiscretas miradas, las más exuberantes mujeres, que por arte de la ciencia, pasaron del papel cuché al celuloide y de éste, a la cinta magnetoscópica, recreando el onírico mundo que genialmente reprodujera Anais Nin en sus tórridos relatos. Es duro para el hombre y la mujer el celibato impuesto, bien por necesidad bien por educación; el más cruel de todos, el impuesto por la timidez, arruga como papel la necesidad, transformándola en el obsesivo culto al onanismo; ¿qué mujer o qué hombre no siente la extrema necesidad del placer? ¿Sentir de forma constante el cosquilleo en el alma, que produce la tracción por el ser deseado, ahogado por tu auto pudor? , Tristes seres que renuncian incluso al "enfermizo" arte masturbatorio, enterrado por su propia timidez que de tan tímido es tímido de sí mismo. Ay, los Ojos, cuán pronto aprenden la geografía y orografía del cuerpo anhelado... En la lejanía y sin aviso, descubren las redondeces insinuantes, caderas o bustos, según el punto de vista, bien escalan desde las corvas, palmo a palmo, por las pantorrillas, ganando lentamente los glúteos con afán lascivo, circunvalan las torneadas "mejillas posteriores", calibrando el peso y consistencia con invisibles manos, presionando con sutiles dedos, los inicios de la curvatura, ahondando con lentitud en el mágico canal, para retomar la dirección olvidada, la dura ascensión por la espalda, camino de la cubierta o ...
... descubierta nuca, se hace lenta y fatigosa al vislumbrar el enganche, el amarre, la fijación, el sutil mecanismo que aprisiona la más dulce sensualidad. Ese invento demoníaco que, a través de la transparencia forzada por el sudor o simplemente por gracia de la ropa se muestra al ojo escudriñador... Ay timidez mía no me abandones ahora... ¡Me perdería! Gracias, mil gracias destino, se gira... Aún a costa de descubrir mi afán... Miro de nuevo; veo sus pies, enfundados en sendos zapatos de puntera y fino tacón, no muy altos, lo suficiente, sus tobillos finos y estilizados... ¡Umm...! No, no, la edad no me tornó fetichista del pie, pero una mujer bien vestida ha de estar bien calzada y con elegancia. Particularmente, a mí, me gustan más en falda tipo chaqueta, pero... Los pantalones bien ceñidos hacen que la ascensión sea dura y larga, una vida, una eternidad sería lo justo, trepar hasta las rodillas es un dulce trabajo, bien construidas, serán el trampolín para alcanzar las estribaciones de la gran depresión... Formada por la confluencia de dos grandes valles, en su delta, cubierto de vello o mejor aún, por un desierto tan infantil, que insinúa de forma oculta la mayor e inexplorada gruta, tan obscura como luminosa tan obsesivamente anhelada. Que los escalones tan abrasadoramente ocultos, se convierten en la mayor tortura imaginada, el no explorarlos el no sentirlos hacen que, aquel que no los conociere sea un ignorante y el que si los gozare, en un eterno penitente crucificado por su ...