Las experiencias de P. (II)
Fecha: 23/03/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: mauLP, Fuente: CuentoRelatos
... podía quitarme toda la ropa, algo sin sentido, pero que para mí en ese momento era una forma de marcar límites, solo podía quitarme la ropa de la cintura para abajo. Eso no impidió que su boca llegará rápidamente a mis tetas, ya tenía los pezones duros, la vergüenza, el miedo ya no estaba, quería que me haga suya. No tardo nada en quitarme todo de golpe, ni se fijó en mis bragas, ni nada, saltó a comerme la vagina, ya húmeda pero conforme su lengua me recorría me mojaba más. Lubricaba más y más, me lamió todo, besaba mi vagina a arriba abajo, sentía su lengua por todo lado, solo me excité más y más, estaba demasiado mojada, ya quería sentir su verga, ya quería ser cogida.
Se quitó la ropa, no es lo principal para mí, pero me fijé en su verga, estaba bien, no era ni muy grande ni muy pequeña, se puso el condón sin perder tiempo me la metió entera. Al principio fue lento, como si quisiera disfrutar de mi cuerpo, de sentir mi vagina, poco a poco fue aumentado el ritmo, como a mí me gusta y me pone como una putita. Él estaba encima de mí, me decía que le encantaba cogerme, yo gemía y le decía que estaba muy rico, ya estaba desatada, era suya completamente.
Lo estaba disfrutando, me gustaba como me cogía, me gustaba ver esa cara de niño, pero llena de lujuria, me ...
... excitaba demasiado. Luego me puso en cuatro, me fascina que me cojan así, él la metió y empezó a decirme que le encantaba mi culo, lo tocaba, me daba nalgadas, yo solo gemía, sentía su verga entrar y salir, me sentía muy caliente, quería más y más. Terminó fuera y estaba agotada, acaricié su verga cuando ya empezaba a bajar su erección, luego me vestí y ya estaba lista para irme.
Pero volvió a la carga, me empujó contra la pared, yo estaba de espaldas a él, me besaba apasionadamente, sentía de nuevo sus manos por todo mi cuerpo, no tardé en estar mojada otra vez. Recordó lo que me gustaba, empezó a morder mi espalda, a ser más rudo, bajo mi jean rápido y de inmediato volví a sentir su verga dura dentro mío, no hubo espera, fue directo, me encantó, gemí, gemí muy fuerte. Estaba ahí, con un joven siendo cogida con rudeza, gritando de placer, era suya, era su regalo y fue el único, nunca más nos volvimos a ver, él quería que fuera su novia, me dio un poco de ternura.
Llegado el día, yo fui con una blusa y una chamarra, hacía un poco de frío, además de un brassier negro. Llevaba unos jeans y unas bragas rojas, con un poco de encaje. Me llevó directamente a un motel, no había tiempo que perder, un día antes había sido su cumpleaños y su regalo no podía esperar más.