Semen sabroso - Relatos Eróticos

Semen sabroso

... separando la tira de su tanga me afané en lubricar aquel estrecho agujero o no tan estrecho como enseguida me di cuenta.

Raúl_ bien putita cómele bien el culito que me gusta y luego como se lo por delante.

Durante diez minutos estuve metiendo mi lengua a la que el agujero abriéndolo cada vez más y de vez en cuando Raúl acercaba su verga que ya empezaba a estar casi en plena forma.

Sheila se puso boca arriba. ...........

Joder que tiene esta entre las piernas. Pensé para mí mismo estaba claro lo que había allí.

Sheila_ decías que te gustaban mucho las pollas esta es más pequeña que nada Raúl pero igual de lechosa.

Estaba con una pareja bisexual y ella concretamente era trans me iba a comer su polla y estaba claro que me iba a dejar follar por los dos a estas alturas es lo que quería.

Baje el tanga y lo esperé ni un segundo el meterme aquella polla que una vez tiesa sería más o menos sobre 16-17 centímetros un poquito más gorda que la mía.

Me comí aquella verga como si no habría un mañana mientras ahora Raúl me ayudaba juntando nuestras bocas para hacerle una buena mamada.

Minutos después Sheila se colocó un condón y a mí boca arriba al borde de la cama y sujetando mis piernas en alto esta volvió a pasar la lengua por mi ojete junto un poco de lubricante y apoyó la punta relajándome un par de segundos le invité a que me la clavase.

Poco a poco hizo más presión y empecé a sentir como pasaba al umbral de mi esfínter y sus pelotas chocaban contra ...

... mis nalgas me dolía un poco y ella se quedó quieta durante unos segundos.

Raúl_ bien cariño ábrele bien el ojete que luego me toca a mí y yo me la voy a follar a lo bestia.

Aquellas palabras lo habían dado miedo este tío lo tenía gorda y larga. Ella comenzó a sacarla y meterla cogiendo un buen ritmo.

Raúl_ bien fue hasta esta puta me gusta ver cómo te la follas cariño me encanta el mariquita que hemos conseguido, y ahora mientras te folla mi mujer cómeme la polla las pelotas y el ojete.

Tenía ración doble de polla Raúl me daba de comer su verga sus pelotas y de vez en cuando su ano que lo tenía bien lubricado por mi lengua y a su vez bien abierto.

Diez minutos aproximadamente después Sheila sale de dentro de mí ofreciéndome su verga y corriéndose íntegramente en mi boca tragándome yo hasta la última gota de aquel torrente de leche.

Mientras seguía comiéndome aquella verga que había perdido su dureza no me di cuenta que Raúl ya comenzaba a presionar en mi esfínter y sin casi dolor como sus pelotas chocan contra las mías estando yo a cuatro patas.

Esta quiere un ritmo constante y rápido cambiándome de postura me vuelvo a colocar boca arriba y así otra vez de a cuatro para luego colocándome boca abajo clavármela con dureza en esta postura suya sale totalmente y vuelve a clavarmela una y otra vez así durante aproximadamente 15 minutos para luego una vez más descargar su leche entre Sheila y yo.

Raúl tira buenos goteroles en nuestras caras con la intención ...