Caricias de otoño
Fecha: 02/04/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: johnsmith2347, Fuente: CuentoRelatos
... era muy asombrosa desde ese punto de la montaña además de que no había absolutamente nadie ahí.
- Gracias por mostrarme algo tan bello Dylan - Le dije mientras contemplaba el paisaje
- Gracias a ti Laura por saber escucharme, no me imagine que hablar contigo me ayudaría - Me dijo
- Yo sé lo que realmente necesitas - Le dije al oído en voz baja
- ¿En serio? - Me respondió confundido
Lo tomé de la mano, lo conduje a mi auto y nos metimos al asiento trasero.
Cuando Dylan se sentó junto a mí, nos miramos por un momento y comenzamos a besarnos. Más temprano que tarde las manos de Dylan ya recorrían todo mi cuerpo, manoseando mis piernas, mi blusa... mis pechos.
- No Dylan, ¿qué diría Natalie si nos viera? - Alcance a preguntar
Sin embargo Dyaln siguió besándome y acariciándome haciendo caso omiso a lo que le dije.
Dylan no dejaba de tocar y acariciar mis senos. Sentí la necesidad de desabrocharme el sostén, pues mis pezones ya estaban muy erectos y además quería que Dylan me los besara.
Poco después, levante una de mis piernas y Dylan conoció mi ropa interior de color blanco. Se acercó y empezó a besarme en esa área haciendo qué se me erizara la piel.
- ¿Te estorba esto? - Le pregunte refiriéndome a mi braga
- Si, mucho - Alcanzo a responder mientras me la quitaba
Dylan acarició por un momento mi vello público que había quedado al descubierto. Para cuando se acercó de nuevo, mi vulva ya mostraba señales de humedad, debido a los besotes que ...
... me había dado en la boca y en los pezones.
Aun así, no perdió la oportunidad de conocer mis sabores mas íntimos y de terminar de lubricarme usado sus labios y su lengua.
- Estas haciendo que me sienta muy mojada. Si estás pensando en penetrarme, hazlo de una vez! - Le reclamé
- Si que lo estas! - Alcanzo a decir mientras me lamía toda la vulva y el clítoris
- ¿Esto es lo que necesitabas verdad? Alguien que te abriera las piernas sin tanto ruego
- Si Laura, esto era justo lo que necesitaba! - Siguió diciendo en medio de mis fluidos vaginales
- Ya no aguanto Dylan, mira que estoy mojadisima!
Dylan se quitó los pantalones y el bóxer dejando al descubierto su pene totalmente erecto.
Mi vulva estaba tan húmeda, que el simplemente resbalo dentro mi, haciendo que se me escaparan algunos gemidos.
Dylan marcó la pauta de esa primeras penetraciones, el ritmo perfecto para disfrutar del coito. Mientras me hacía el amor, yo no paraba de gemir y de incitarlo a que siguiera pues me estaba haciendo sentir muy rico.
- Si Dylan... así... así... dame rico... sigue, sigue... cógeme... no pares...
De pronto Dylan se salió de mi y empezó a eyacular mientras el gemía. Ahí estaba, el mismo semen del qué me había hablado Natalie, pero ahora sobre mi vientre. Lo toque con mis dedos y los lleve a mi boca para conocer su sabor.
Al terminar nos quedamos abrazados en el asiento trasero del auto.
- ¡Eres hermosa! - Me dijo con respiración aún agitada
- Gracias ...