Isabel, te follaba una y otra vez
Fecha: 19/04/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: gungnir, Fuente: RelatosEróticos
... había soltado y no le importaba qué música sonase. El problema, que esa música incitaba a los bailes pegados. El problema, que Isabel lo sabía. El problema, que Isabel no se cortaba el pelo a la hora de bailar pegada. El problema, que a Carlos se la pelaba el bailar pegados. Sabía que era una mala idea pero le gustaba el estar con una mujer maciza, ¿a quién no? Un baile tras otro y una cerveza tras otra, Isabel conseguía hacer retroceder la frontera poco a poco. Su cara desde que el reggaetón había comenzado a sonar se había tornado de una cara de diversión sin más, a una cara de diversión retorcida. Su cara tenía una sonrisa que reflejaba que quería conseguir algo y que sabía que lo conseguiría. Cómo le gustaba el control. Carlos la dejaba hacer, la dejaba acercarse más y la dejaba contonearse pegada a él. Las manos de él no bajaban de la cintura de ella, siempre controladas, ella notaba esto y no presionaba más, pareciese que esperase a que fuese él el que diese el paso.
Que siga esperando
, se decía Carlos. No quería meterse en medio de una pareja ni aunque la mitad de la pareja lo quisiera.
Isabel aprovechó el ritmo de la música para usar sus contoneos dándole la espalda a Carlos e ir arrimándose a él hasta quedar su culo pegado al paquete de él. El paquete de él llevaba ya un tiempo duro, su polla podía ser de piedra, pero él no lo era. Hacía rato que el tema se había puesto candente y los roces con Isabel y su cada vez más que evidente acercamiento ...
... afectaban a Carlos excitándolo como lo haría cualquier otro hombre. Isabel era consciente de la erección de Carlos, y Carlos era consciente de que ella lo era también. Era difícil ocultar algo tan evidente cuando estas estrujándolo.
Carlos no terminaba de creer todo aquello, sin comerlo ni beberlo esa mujer iba a por él de esa forma. Él no había intentado nada con ella, ni siquiera quería hacer nada con ella mientras no estuviera soltera, sin embargo ahí estaban, bailando culo con polla. Carlos disfrutaba del culo, del baile y de los roces, pero aún seguía reticente a no hacer nada con Isabel. Por más que le doliese la polla luego. Sus manos seguían en las caderas de ella, tercas de no descender de ahí. Las manos de ella estaban por todos lados, hasta que se posaron sobre las muñecas de él, las agarraron con fuerza y las obligó a moverse; una la mandó hacia el nacimiento del muslo, la frontera entre muslo y pubis, y la otra la mandó a su vientre, un vientre en forma y tonificado. La polla de Carlos sufrió una palpitación y un cosquilleo le subió desde los huevos hasta la nuca.
La mano izquierda de Carlos, con la mano izquierda de Isabel sobre su muñeca descendió milímetros hacia la entrepierna de ella. Fue un movimiento casi imperceptible, apenas se había movido del sitio y aún quedaba a distancia del tesoro. No supo decir Carlos si fue él quien movió la mano, o si fue ella quien se la movió, él sólo notaba el dolor de polla; polla que le pedía a gritos que la liberase y la ...