1. Anal épico con mi exprofesora de español


    Fecha: 28/04/2024, Categorías: Anal Autor: AntonioBBC, Fuente: CuentoRelatos

    ... introduje nuevamente la boquilla en el culo para llenárselo de esa leche de coco. Como no quería dejarlo respirar le metí mi verga otra vez, pero en esta ocasión con la certeza de que pronto llegaría el estallido final en el que las estrellas parecen bajar hasta las profundidades.
    
    Ella también lo presentía pues luego de que le acomodé su culo sobre el brazo del sofá me dijo:
    
    —Quiero que me des con todas tus fuerzas... jamás olvidarás esta cogida te voy a deslechar como nunca te lo han hecho en tu...ohh
    
    Oh, sí eres todo un hijo de... ¿A cuántas te has follado así?... ohhh sí.
    
    Mientras que yo seguía taladrando ese culo, por el que sentía una profunda adoración hasta el punto de haberme obsesionado y...
    
    Ella apretó su culo y se volvía más estrecho y esa humedad me volvía loco. Yo también aumente el ritmo. Mis testículos comenzaron a rebotar con cada impacto que daba en su culo. Mi sensación era como la de un guerrero de la antigua Grecia que después de tanto luchar con su espada acaricia la gloria de la victoria. Entre tanto yo acariciaba la épica de la corrida y el éxtasis del momento cumbre. Y en esas oleadas de calor sumidos en la pasión habíamos perdido noción del tiempo y de lo que había sido de la misa y de la profe Kenia y solo ...
    ... pensábamos en seguir follando hasta venirnos. Hasta que finalmente, salió el primero, el segundo, el tercero y por último, el cuarto cañonazo de leche. Todos adentro de su culo. Yo caí rendido sobre el sofá como el último guerrero en pie. La profesora Delys sonreía mientras su culo comenzaba a escupir toda la leche que había en su interior saliéndole un gran chorro de leche. Mientras que yo débil tirado en el sofá vitoreaba mi gloria. Cuando en ese momento aparece la profesora Kenia, un último chorro salpicó uno de sus zapatos. Me levanté como pude y corrí hacia la puerta trasera, pero estaba cerrada. Acorralado no me quedó más remedio que revelar mi rostro quitándome el pasamontañas.
    
    Comprendí entonces que todo se había tratado de una trampa. Desde allí en adelante tendría que hacer todo lo que ellas quisiesen o por el contrario presentarían como miembros del comité de disciplina una denuncia por conducta inadecuadas al ministerio de educación.
    
    Tiempo después descubrí que la profesora Kenia mantenía un consolador realista con leche incluida para la eyaculación en su habitación. Quien la veía con un carácter tan estricto pero bajo ese carácter escondía la adicción de su culo al consolador. Con el tiempo me tocó reemplazar ese consolador con uno de verdad... 
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