1. Recuerdos de Playa del Rebollo Guardamar del Segur


    Fecha: 19/03/2018, Categorías: Voyerismo Primera Vez Lesbianas Autor: infielaratos, Fuente: xHamster

    ... escote.-¿Me pones un poco por atrás nene?; me preguntó.-Bahh!.. ¡Paso de pringarme!.. ¡Que te la aplique Marta!.No sé porqué dije eso. Os aseguro que no lo hice con ninguna oscura intención; tal vez fue el subconsciente que me traicionó, o tal vez fue el instintivo reflejo para evitar algo tan pringoso que en absoluto me apetecía.-Si mujer, deja que ya te la hecho yo; se ofreció voluntariosamente Marta.Imagino que en su ofrecimiento tampoco hubo el más mínimo doble sentido, pero lo cierto, es que sin comerlo ni beberlo, ambos los dos nos vimos otra vez en una situación para nosotros un tanto peliaguda, que tal vez en otras circunstancias no tuviese significado alguno, pero obviamente para nosotros sí suponía una cierto morbo.Agradeciéndoselo, Eva se tumbó en su toalla boca abajo y Marga aplicó una generosa cantidad de crema en sus manos para inmediatamente comenzar a entendérsela por la espalda.Eva, con la cabeza ladeada sobra la toalla, me miraba fijamente por encima de sus gafas de sol intuyendo lo que era más que obvio que yo estaba pensando. Ella también se estaba haciendo esa pregunta. ¿Hasta donde se atreverá a bajar?En aquellos breves segundos que duró aquel mágico instante no sois capaces de imaginaros cuantas cosas se me ...
    ... pasaron por la cabeza, ni cuantas imagino habrían pasado por la de Eva.Marta extendió cautelosa mente toda la crema por su espalda y sin aparentar ninguna objeción volvió a echar otra poca en sus manos, como dando por descontado que también debía aplicársela en las piernas.Arrodillada a su lado, sobre su misma toalla, bajó un poco su posición para quedar alineada a la mitad de sus piernas. Eva seguía mirándome con atención mientras el rubor aparecía en sus mejillas. Sorpresa echo crema por el interior de los muslos, me dio la sensación que incluso rozaba el tanga de mi mujer, y a todo esto marta ni se inmutaba, pero mi mujer abría mas las piernas en su excitación que la veía yo en su mirada. sin inmutarse volvió a pasar toda su mano junto a los pliegues del tanga, en esos momentos, Marta me miro vio el deseo en mi mirada, y vi su excitación, en como se le marcaban los pezones en su bikini.Aún sintiéndose profanada en su más honda intimidad, no encontró fuerzas para oponerme resistencia alguna. Vencida y entregada a su única opción era dejarse explotar en aquel orgasmo. En ese momento Eva se levando rápidamente y dijo que iba a bañarse, la cara de Marta reflejaba la sabiduría de lo que había echo. yo fui tras mi mujer al mar.Primera parte. 
«12»