La mujer perdida Libro III (Primer capítulo)
Fecha: 16/05/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Oldieman, Fuente: TodoRelatos
... nuestra ecuación, pero ya se me ocurrirá algo... Sobre todo, sabiendo lo que saben-
Comencé a atar cabos y empecé a entender que estos dos elementos, tendrían que tener más en común con mi pasado, de lo que yo mismo pensaba…
Si vivían en mí misma población, posiblemente conocían a Miki y a don Alfonso…
Me faltaba por entender qué relación podrían tener con ellos, sobre todo para también querer acabar con mi vida.
-Ya es muy tarde, Sasha deberías ir a tu casa con tu marido yo me quedaré por la noche como le prometí a mi suegra.-
-Coral, es cierto. Ya es tarde, he hablado con Marco, y me quedaré contigo-
En ese instante, observé como se miraban.
A continuación, Sasha cerró la puerta con el cerrojo. Se dirigió hacia Coral y se fundieron en un apasionado Beso.
-Sasha no… Nos podrían ver…
Víctor, está aquí delante …-
-Genial, así le daremos un buen espectáculo… Además, creo que ya te conozco y tengo la sensación de que, si se recupera, lo nuestro aunque sea a escondidas no acabará…-
¿Cuándo se habían liado estas dos?... Imaginé que sería a partir de Cullera.
Sasha desabotonó el vestido oscuro con motivos florales y de una pieza de Coral, dejando al descubierto su preciosa silueta. A continuación, levantó el sujetador liberando sus dos enormes y preciosos pechos. Parecía que había ganado algo de peso, lo cual le había sentado extremadamente bien. Sus pechos eran más redondos y gruesos y sus pezones estaban más oscurecidos.
Sasha se acercó ...
... a ellos y empezó a besarlos y a lamerlos, Coral suspiraba cerrando los ojos, de vez en cuando, miraba de reojo hacia donde estaba yo.
Era muy normal, puesto que las dos estaban sentadas a mis pies y yo, desde mi impertérrita posición, era testigo invisible de lo que estos dos preciosos putones estaban haciendo.
A Coral le debía de dar grima el hecho de ver a su propio marido, con la mirada perdida hacia donde estaban ellas, sin decir nada.
Para ellas lo que tenían ante sí, era un vegetal.
No sé dieron cuenta de que permanecía lúcido, y aunque no pudiese moverme ni articular palabra, yo estaba allí.
Lentamente, Sasha fue despojando del cuerpo de Coral, sus braguitas de color negro que contrastaban con el tono de su blanca piel.
Inmediatamente después, Coral arqueó su cuerpo hacia atrás, abriendo sus piernas y dejando expuestas sus dos enormes ubres, duras y firmes y su precioso, depilado e hinchado coño.
Esa preciosa pelirroja, tenía su cabeza hundida por completo entre las piernas de mi esposa. Le estaba practicando una felación que debía de estar transportándola a otro mundo.
Coral gemía levemente, imagino que para no causar escándalo. Mientras Sasha le pegaba cariñosos mordiscos en los labios superiores del coño, iba bajándose, la faldita blanca y de vuelo plisada que había traído. Al mismo tiempo que se despojó de sus braguitas blancas y dejando totalmente expuesto y abierto el precioso clítoris de Coral, se subió en la pierna de esta y comenzó a ...