Vecinos - Relatos Eróticos

Vecinos

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Vivimos en el barrio del banco, en casitas pequeñas de tres ambientes, un living comedor y dos habitaciones con un baño completo, cocina y lavadero ademas terreno delante y en el fondo, donde tenemos algunas flores y hortalizas.

El fondo limita con otra casa igual y entre ambos hay una puerta cancel que acompaña al tejido divisorio.

En casa somos solo tres personas, mama Rosa, papa Juan y yo Magdalena.

En la casa vecina Oscarcito y su abuela, Diana.

Oscarcito y yo somos dela misma edad y compañeritos de juegos, luego de primario y ya tambien en el secundario, somos como hermanos, bueno también somos novios.

Mama es una mujer bastante moderna, es contable y trabaja en el banco, es alta casi 1,70, como papa, rubia colorada natural, saben su pendejos son de un rojo intenso y estan muy poblados. Algo de pancita y un culito redondo bien paradito, -como el mio-, con una raja profunda y un ojete amarillento bastante fruncido.

Papa es un morocho atlético, con un físico de novela y una pija descapullada con un cabeza roja divina!!! bicep mucho pecho, poca cintura casi sin culo y bien durito.

Se preguntaran, y yo como lo sè?

Pues soy fisgona desde muy nena y los veo coger, los espio y me hago las mas bellas pajas contemplandolos como mama lo recibe por todos lados, sus juegos con las manos, bocas, lenguas y sexo.

Pero la cosa no finaliza alli, de contar.

Ellos ya son treintañeros y yo acabo de cumplir mis 17, si me viesen.......

Bueno les ...

... cuento asi al menos me imaginan.

Soy producto seguramente del mejor polvo entre una colorada y un morochazo pijudo.

No soy ni morocha, ni colorada, tampoco blanca nivea ni morochita crinuda.

Soy una pendeja preciosa de tez morena clara de 1,56 por ahora, peso unos 48 kilos muy bien repartidos pues poseo un culito adorable, apenas pancita y un par de tetas medianas pero con pezones que ocupan casi la mitad de ellas, oscuros y siempre al palo asi le digo yo, porque son unos preciosos cilindritos de carne duritos y arrogantes como la dueña.

Poseo unos labios vaginales abultados y al masajearlos mi lengueta asoma avida de cariño, es mi punto mas sensible, se los aseguro.

Mi amiguito, un bello varon con pelo crespo, y ojos renegridos, posee una poronga a la que adoro, bastante gordita pero no muy larga, con un prepucio que mantiene oculta su roja cabeza, que al descubrirla hace que mi boca se llene de saliva y mi mente solo me impulse a mamarla hasta que de ella surja su espesa y dulce semen que gusto y luego trago, pues supongo es un muy buen tónico.

Hace un tiempo que mis celos me perturban pues supe que mi machito la ponía en otra concha que no era la mia sino la de su abuela.

Por suerte eso no es motivo para que a mi me falte.

Mi Oscarcito vive con su abuela Diana una señora muy bonita por su edad, tiene creo casi 50 años, es alta, imponente, rubia natural, se cuida mucho y conserva un fisico envidiable, unos melones impresionantes algo de panza, pubis ...