1. EL DILEMA DE UN MILITAR 2 ( sin conciencia)


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Empecé entonces cargando al niño que soltando a regañadientes mi paquete se dejó besar con pasión en esos adictivos labios carnosos. El beso comenzó con ternura palpable, el aire del lugar no estaba tenso la soledad de este paraje lo hacía cómplice, solos en toda la finca podíamos seguir con el juego que al pequeño yo le estaba enseñando, su amadísimo primo. Mi buen primito Rafa volvía a apretarme la verga con dificultad pues en esa posición en la que se estábamos morreando a gusto, el niño no podía jalarme la estaca dura, haciendo fuerza de autocontrol separé mis labios de mi primo, pero dejando un hilo de saliva que nos unía, este fue cortado por la lengua traviesa del Rafa. Puso entonces una mano sobre mis shorts que al estar mojado marcaba toda mi macana, este fue bajándolo, pero con un movimiento yo lo evité, pues quería quitárselos primero yo a él. Levantándolo por sus caderas Rafita se agarró por el cuello firme de su macho, su primo, casi hermano, me senté sobre el borde de la alberca y dejé que se sentara, sin soltarme del cuello, sobre mi tronco marcado por el short que aún llevaba puesto, sus nalguitas sentían a gusto el endurecido falo, dejándolo caer sobre ese pedazo de carne ardiente el menor prosiguió con lo que habíamos dejado a medias. Nuestros labios parecían ser fabricados perfectamente para compaginar con él del otro. Las caderas de Rafita se movían de adelante hasta atrás aplanando mi grueso manubrio que estaba debajo de ese par de pompis blancas, de ...
    ... un tirón y casi encarnizado ya olvidado de mi conciencia y de todo limite o moral, le arranqué el calzoncillo de superhéroes, se los rompí con violencia pero ello no parecía molestar a mi primito, pues estaba tan entregado al acto que no le importó, así que continué sobando las nalgas prietas de mi travieso Rafa, este al sentir que le estrujaba sin pudor su redondas nalgas sólo gimió como una carajita, gemido que fue ahogado por el beso cachondo que le planté nuevamente. Dejando de estrujar la redonda nalga del niño, le fuí metiendo un dedo lentamente, deseando estaba más que nada en el mundo poder escudriñar el culo de mi primo más pequeño. La sensación de tener algo alojado en su retaguardia de un momento a otro hizo que el chico fuera frenando el beso, para poder soltar pequeños gritos de dolor, de incomodidad. Ya que hacía apenas dos días le había matado la curiosidad de meter algo por ahí, sabiendo que yo no le haría nada que lo dañara se dejó hacer a gusto sin poner objeción. Sólo colocó una manita en su polla que estaba más que dura para ir jalándola como lo hizo la otra noche. Le gustaba el placer que sentía con los dedos ensalivados invadiendo su huequito sin saludar antes. Yo que estaba bien arrecho sólo gozaba del espectáculo que me proporcionaba mi primito, lamiendo sus labios, aun metiendo dos dedos fui intentando meter otro dedo que hizo que el chico diera un salto, este sin embargo apenas puso una sonrisa pícara. La cara del niño era un poema delirante, las ...
«12...456...10»