MIS EXPERIENCIAS COMO PERRA (real aunque novelado
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
BDSM
Gays
Sexo con Maduras
Autor: siervamadura, Fuente: xHamster
... dirigiéndose a ella “Ponla de pie, y sujétala bien, ya sabes cómo tienes que hacerlo y que no se te escape, porque lo pasarás mal” Ella, dando un gruñido, me puso de pie en el suelo, me pasó un brazo sujetándome por el cuello y apretándome contra sus pechos. Con la otra mano, me abrió la boca, metiendo varios dedos en ella y presionándome la lengua. Me tenía completamente inmovilizado y estirado, ya que era bastante más altaque yo, y estaba muy incómodo, pero no me podía mover. El me cogió la polla y empezó a masturbarme con una rapidez endiablada y muy fuerte “ No creas que vas a sentir placer con esto. Odio verte la polla tiesa, que en adelante lo tienes prohibido. Quiero que sea un simple trozo de pellejo, que servirá únicamente para mear” La tia me estaba ahogando con los dedos dentro de la boca y apretándome contra los pechos, estaba muy incómodo y no podía correrme. El seguía meneando con furia buscando una rápida corrida que no llegaba. “Te sacaré la leche cuando se me ocurra, ordeñándote alguna vez y ella podrá hacerlo siempre que quiera. Pero nunca sentirás placer, hasta que pierdas la sensibilidad y no se te ponga tiesa nunca más” Se empleaba a fondo y no paraba de masturbarme. “Parece que falta poco. Métele los dedos hasta la campanilla y no los saques (le decía a ella)” Así lo hizo, los tenía largos y gordos y los movía en mi garganta, empecé a notar nauseas y arcadas. Las gotas de sudor de sus tetas me caían dentro de la boca. ...
... Creí que no iba a aguantar y que me desmayaría, al poco empecé a vomitar y oí un grito de triunfo, “Así, así, ya se corre, sin placer, con sufrimiento. Es uno de mis placeres favoritos, ver el poder que tengo con estas perras.” Empecé a tranquilizarme, pero él seguía masturbándome a pesar que yo notaba que la tenía flácida. “No he terminado, sujétala bien fuerte, se la voy a dejar insensible por unos dias” Empecé a notar como calambres, como descargas eléctricas, no podía más. Y aquel seguía meneándola sin piedad. Se me aflojaron las patas, ella me tenía prácticamente colgado de su brazo y sin sacar la otra mano de la boca, ya todo sucio de lo que me había sacado con sus dedos. Empecé a chillar, llorar y removerme, pero no podía soltarme. Ella me había apretado la cara contra el pecho totalmente sudado. De repente paró de meneármela “Suéltala” ella abrió el abrazo y caí redondo al suelo, sudado, sucio, con lágrimas en la cara y respirando muy alterado. Pude ver que mi pobre polla había quedado reducida a un pequeño trozo de piel y no me la notaba. “Bien, esto es lo mínimo que te pasará si te la veo tiesa. Cuando termine el tratamiento, pretendo que seas impotente. Nunca más tendrás placer al ordeñarte”Mientras hablaba, me acariciaba con suavidad el culo, casi con cariño y eso me descolocaba por completo. “Me gusta el culo que tienes, es precioso y nos dará momentos muy buenos” Un cachete cariñoso, fue el epilogo del ordeño.Continúa pronto.