1. Yo y mi semental


    Fecha: 23/06/2024, Categorías: Zoofilia Autor: helena, Fuente: RelatosEróticos

    Hola,
    
    Tania 25a verano de fin de carrera, con ganas de no hacer nada, así que me fui al pueblo con mis abuelos, allí ellos me lo hacían todo y yo podía descansar, salir por las noches y hacer lo que me viniera en ganas. Es un pueblecito al lado de Sevilla en que mis abuelos tiene un rancho con caballos.
    
    Al llegar mi abuela empezó a contarme que mi abuelo ya no podía con todo, que les iría muy bien que yo hubiera ido... vamos que mi gozo en un pozo.
    
    Así que a principios de julio, yo estaba limpiando cuadras dando de comer, sacándolos de las cuadras... trabajando. Con el calor del medio día siempre me lo pasaba dentro de las cuadras, eso hacía que no parara de mirar a ese caballo que solo hacía que tenerla bien recta y salida. Me reía sola pensando en que el pobre ahí estaba muerto de ganas y yo sin poder salir de lo cansada que iba, qué injusta era la vida. Era el semental con el que mis abuelos habían invertido para sacar más dinero a la granja, pero a él no le gustaba montar yeguas y tenían problemas para poder sacárselo, así que al no producir no tenían los ingresos previstos.
    
    Yo cada vez que le veía pensaba en lo desaprovechado que estaba y en lo injusta que eran nuestras situaciones. Así termino julio y yo, que tenía previsto irme en agosto de vacaciones, decidí seguir ayudando, y les veía cada vez más apurados por el tema del semental.
    
    Yo cada día hablaba con el de eso, de por qué no quería que estaba preparado para eso, cosa así de niña tonta. Una noche ...
    ... que mataba el calor y no podía dormir, fui a pasear por las cuadras y entre a acariciarlo y a tener mis conversaciones profundas con él, esta vez él insistía en olerme y olerme y olerme, la entrepierna, yo reía, me lo tomaba como un juego, pero cada vez estaba más mojada y él supongo que lo olía más mojado.
    
    Yo seguí jugando con él, me quité las bragas para que las oliera... me dejaba oler y me apartaba... cosas así. Hasta que no sé él porque me puse delante de el de espaldas apoyada a la baranda de la cuadra, el sí supo por qué estaba así, se me subió encima, ya no puede moverme y entro en mí tras varios intentos, jamás me había dolido tanto, pensé que me reventaba por dentro, y cuando se corrió, fue como tener una manguera dentro de mí, todas mis piernas quedaron empapadas sin ni el haber sacado su cosa de mí. Al sacarla yo estaba extasiada como nunca, no podía ni moverme, estaba toda mojada. Regrese como pude a mi habitación, me duche y dormí lo que pude.
    
    Me desperté con l'ambulancia en la puerta, mi abuelo tenía un infarto y se lo llevaban al hospital, yo me quede a cuidar a los animales y teníamos visita del veterinario. Al veterinario le pregunté de todo del semental y que si conseguía emparejarlo como debía hacerlo, él me explicó todo el proceso y se marchó.
    
    Al irse, me lo miré y le dije "tú y yo tenemos trabajo", me fui hacia él, le puse el preservativo que me indico el veterinario y no tuve que calentarlo para nada, volvía a estar en plena forma como la noche ...
«12»