Iniciando mi vida sexual
Fecha: 03/07/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Maria, Fuente: TodoRelatos
Hola, mi nombre es María y soy mexicana. Tengo 21 años, tez morena claro, de 1.60 y de cuerpo de muy buen ver (con su respectiva panza, no tan prominente).
A mis 19 años empecé mi vida sexual, pero no fue lo que yo esperaba, no sentía absolutamente nada. Por ese motivo dure bastante sin actividad; hasta el año pasado que descubrí lo que es el verdadero placer.
Una amiga me contó que encontró a un suggar daddy por una aplicación, que aparte de darle su buena ración de verga, le dió muy buen billete. Sin pensarlo me registré e inmediatamente las propuestas sobraron, pero terminé aceptando a uno.
Él, un señor de 42 años, alto, gordito y de lentes, me citó en la esquina de mi casa para llevarme a un motel que está cerca. Desde que me adentré a su camioneta no paraba de verme y eso hacía que me mojara y me palpitara mi vagina. Me dijo que lo iba a obedecer en absolutamente todo sin poner un solo pretexto y acepté.
Me ordenó que me subiera la falda y me bajara los calzones para irme preparando. Introdujo su mano y empezó a masajear mi clitoris, luego mis piernas y yo me abrí totalmente cuál puta. Me excitaba más el que la gente pasaba y me podía ver un poco por los vidrios polarizados. -Estás bien mojadita y bien buena, ya quiero chuparte tus tetas.- exclamó cuando paramos en un semáforo.
-¿Te puedo ir tocando tu verga?.- le pregunté.
-No, hasta que lleguemos allá.- me contestó.
Llegamos a la habitación, él me empezó a desnudar y a tocar salvajemente, yo solo ...
... me dejaba hacer de todo sin poner objeción.
-Estás bien rica, me encanta tu culo.- seguido de eso me dió una nalgada, una tras otra, yo ya estaba al borde de la excitación.
-Méteme tu verga ya, por favor.- suplique.
-Chúpamela con todo y huevos.- me ordenó.
Procedí a meterme todo su pene en mi boca, la chupaba, y mientras lo masturbaba, le besaba los huevos y volvía a chupársela. De un momento a otro ya estaba sobre mi apunto de meterme todo su pene.
-¿Quieres que te lo meta, putita?.- mientras restregaba su verga en mis labios vaginales.
Yo no pude articular nada y agarré su miembro y me lo metí, eso me costó una nalgada que hasta dejo calcado su mano. Me daba tan rico que no pude aguantar mis gemidos y gritos de placer, me retorcía pidiéndole más rápido. Me cambió de posición y ahora me tenía de perrito mientras me ahorcaba.
Empezó un cosquilleo en mi vientre, era una sensación nueva, pero no se sentía mal.
-Échame tu lechita en mi cara, embarrame toda con tu semen.- le dije.
-Todavía no me voy a venir, putita, te voy a dejar la vagina roja de tan duro que te voy a dar.- me contestó.
Yo encantada de que me siguiera tratando como una prostituta, que me siguiera dando bien duro. Cambiamos de posición y ahora me tocaba arriba, me empezó a acariciar mi clitoris que ya estaba al borde de explotar.
-Me encanta tu verga, grande y gruesa.- le gemía en el oído.- que rico, papi, sígueme castigando.
Me chupaba las tetas, me las mordía, me ahorcaba y ...