Amor inesperado de una joven casada. 4
Fecha: 03/07/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos
Cada día me gustaba más el sexo con Carmen. A veces tan tierna, otras descontrolada, me volvía loca con sus caricias siempre acertando con lo que necesitaba. Era verla y mi cuerpo reaccionaba inmediatamente recordando todo lo que le hacía sentir. A ella le pasaba lo mismo. Algunas veces, sin haber hecho nada que pudiera excitarla, metía inesperadamente mi mano bajo su vestido y tenía las bragas empapadas y eso me encantaba. Siempre estábamos dispuestas para el sexo.
Me encantaba cuando con cara avergonzada me pedía que la masturbara y yo lo hacía contenta. Fiel a mi promesa, no volví a masturbarme y cuando sentía la tentación de hacerlo le mandaba un mensaje y enseguida venía a calmar mis deseos fuera la hora que fuera.
Era una locura y cada vez pasábamos más tiempo juntas. Una locura que incluso nos llevó a tener sexo en probadores de algunas tiendas mientras escuchábamos a la gente hablar fuera o por megafonía anunciaban alguna oferta en ropa.
El siguiente sábado, Carmen me preguntó si quería ir a cenar con ellos pero no podía porque era el cumpleaños de una amiga. Le dije que viniera conmigo y fruto de esa locura en la que estábamos inmersas, ella aceptó a pesar de dejar a su marido solo en casa.
Era la primera vez que íbamos a salir juntas de noche y eso me hacía estar muy feliz. A Carmen también le hacía ilusión aunque no estaba muy convencida al no conocer a nadie.
- Estás segura que quieres que vaya? β me preguntó el viernes mientras me abrazada ...
... después de hacer el amor β No conozco a nadie.
- Claro que estoy segura, cielo β dije β Yo tampoco conozco a alguna gente que va. Lo pasaremos bien, ya verás. Cómo se lo tomó, Eduardo?- pregunté.
- Bueno, no le hizo mucha gracia cuando se lo dije β contestó β Creo que se está acostumbrando a que los sábados sean para estar los tres juntos.
- Espero que no se enfade conmigo por invitarte al cumpleaños β besé sus labios.
- Que va, cariño! En tal caso se enfadaría conmigo, contigo sería incapaz de sentirse molesto.
Quedamos en que pasaría a buscarme al día siguiente alrededor de las nueve, ya que el cumpleaños era a las nueve y media. Cómo la fiesta era a las afueras decidimos que cogeríamos un taxi.
A las nueve en punto llamó al timbre de casa y le abrí apurada pues todavía no estaba arreglada de todo. Esta vez era ella la que venía preciosa con un vestido negro que realzaba su cuerpo. Al verla pensé que era increíble que con sus sesenta y cinco años tuviera un cuerpo tan bonito.
- Te gusta? β me dijo refiriéndose a su vestido.
- Estás preciosa β besé sus labios y cogí su mano para llevarla conmigo β Ven , ya acabo pronto.
Me gustaba ver su imagen en el espejo reflejada, sentada en mi cama, mirando cada uno de mis movimientos. Había decidido que llevaría una falda gris que me llegaba hasta las rodillas y una blusa blanca.
- Tu también estás preciosa, cielo β me dijo y le sonreí a través del vidrio.
El taxi nos estaba esperando cuando bajamos y nos ...