1. Jenny, la sopa con leche del sábado


    Fecha: 08/07/2024, Categorías: Hetero Sexo con Maduras Autor: Ricky, Fuente: SexoSinTabues30

    Ayer, sábado, a eso de las 10 de la mañana, yo estaba en el computador, navegando en la Dark web (el Internet oculto), seleccionando fotos de nenitas pre adolescentes, no desnudas, para mi pajazo dominical, que pensaba grabar y publicar. No busco desnudas porque, la verdad, a mis 75 años, ya el porno no me excita, pero una enana cuyas tetitas comienzan a florecer, lo mismo que su culito y el resto de su joven cuerpo…ufff… la verga ya la tenía dura y me picaba, incluso pensaba que podía adelantar la grabación…en eso, sonó el intercomunicador…
    
    Casi no contesto porque usualmente nadie me visita sin un acuerdo previo, pero, lo hice, y una voz femenina me dijo que quería hacerme una consulta sobre clases particulares para su hijita…mi espíritu de maestro (y morboso pajero) me hicieron decir que bajaba en ese instante… tuve que ir al baño a secarme el precum y ponerme el pantalón de buzo porque en casa sólo visto una camiseta larga; con ese pantalón no uso ropa interior… bajé.
    
    La señora, joven y con muy buenas formas físicas, me dijo que una vecina le había dicho que yo había ayudado mucho a su hijita el año pasado y que pensaba hablarme para que siga haciéndolo este año; le pregunté el nombre de la vecina y era nada menos que la mamá de Lily, de quien he contado aquí algunas de nuestras experiencias (Clase de matemáticas basada en el número 69, de nutrición con mucha leche cremosa de mi verga, de integración social, haciendo trio con alguna de mis hijitas sexuales…). Le dije ...
    ... que no había problema, que con gusto podía ayudar a su hija, que sería bueno conocerla para ver si éramos, digamos, compatibles…
    
    Fuimos a su casa, en un lugar no muy cercano a la mía. En el camino nos pusimos de acuerdo sobre cuánto me iba a pagar y el número de clases por semana. La hijita, Jenny, es una niña de 13 años, muy desarrollada, un poco gordita de barriga, pero con unas tetas, un culo y unas piernas de campeonato. De cara no es, digamos, atractiva, pero muy sonriente y comunicativa. Llegamos, la señora le dijo quién era yo; Jenny me miró, sonrió y me dijo: – Mucho gusto en conocerlo, profesor. Le dije que mi nombre era Ricky, nada de profesor, don o señor; que, si le parecía bien, podíamos conversar para conocernos y ver qué es lo que necesita ahora, ya que, en menos de un mes, comienza el nuevo año escolar. La mamá nos hizo pasar al comedor y nos dejó solos.
    
    Le comencé a hacer preguntas generales sobre los cursos, lo que le gusta, la forma en que estudia, mientras mi otro yo observaba sus pezones, que sobresalían de la estrecha blusa que usaba, y mi verga se inquietaba. Ella entró rápidamente en confianza y me contestaba todo rápidamente, siempre sonriendo y mirándome fijamente a la cara, bajando la mirada a mi entrepierna de manera continua; yo trataba de que no se notara el bulto, más de lo necesario; cuando estábamos hablando sobre sus actividades de deporte y arte, de pronto entró una perra grande, blanca y peluda, me miró, y, de frente, vino y me lamió ...
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