Fui desvirgada brutalmente por un albañil
Fecha: 12/07/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos
Mi nombre es Alexandra, tengo 28 años, mido 1.68 m. Soy de piel clara, tengo el cabello castaño claro y largo, me llega hasta la mitad de la espalda, soy delgada, tengo una cara bonita afilada y ojos color café claro. Me gusta maquillarme, usar labiales rojos y uñas postizas del mismo tono. También me encanta usar arracadas de plata, ya que se me ven muy lindas al acomodar mi cabello de forma coqueta. En esta ocasión les quiero relatar como fui desvirgada por un rudo y fuerte albañil cuando tenía 18 años recién cumplidos, aunque siempre he aparentado menos edad de la que realmente tengo. Desde chica me ha gustado hacer ejercicio solo para tonificar mis piernas y glúteos, así que ya tenía una hermosa figura, mis senos medianitos y redondos, mis pezones son rositas y como montañitas. La cintura definida, el abdomen plano y un culito muy bien formado. Cuando uso jeans se me marcan muy bien las nalgas levantaditas y al juntar mis piernas se me forma un huequito en mi zona íntima. Tengo piernas estilizadas que me gusta mostrar cuando uso minifaldas pues tengo la piel muy suave. Me gusta ser muy femenina, seductora y vestir provocativa, aunque siempre procurando mantener una buena imagen ante las personas que me conocen.
Como se podrán imaginar a mis 18 años de edad yo todavía era una escuincla virgen e inocente. Me la pasaba en mi cuarto escuchando música pop y platicando durante horas por teléfono con mis amigas jugando con el cable del teléfono, fantaseaba con tener un novio ...
... guapo y que me tratara como princesa. Disfrutaba coquetearles a mis amigos en la escuela y por su puesto me daba cuenta que los hombres adultos ya me veían con morbosidad el culo y los senos cuando caminaba por la calle, lo que me daba miedo en especial cuando iba sola y de noche, aunque debo admitir que eso era algo que me excitaba mucho. La idea de que un hombre rudo me desvirgara en un lugar abandonado, alguna construcción o un baldío, cogiéndome muy fuertemente hasta saciarse, constantemente se me venía a la mente. Era una chica muy sensual y cachonda, con unas tremendas ganas de perder la virginidad y sentir una verga grande, venosa y gruesa dentro de mí.
En aquel entonces yo había egresado de la preparatoria. Mis padres ya estaban divorciados y yo pasaba la mayor parte del tiempo en casa de mi mamá en Zapopan, Jalisco. Mi mamá trabajaba como enfermera en una clínica y tenía un horario muy extenso, incluso rolaba turnos por lo que en ocasiones me quedaba sola durante la noche.
Un día miércoles una de mis amigas de nombre Paola, me llamó por teléfono para invitarme a su casa a festejar su cumpleaños, ya que también estaba cumpliendo 18 años y quería nos reuniéramos solamente sus amigas. Quedamos de vernos en su casa ya que festejaríamos ahí mismo en el patio trasero, ya que su mamá le había dado permiso y prefería que estuviésemos en su casa para que no corriéramos peligro.
Cuando colgué el teléfono fui de inmediato a pedirle permiso a mi mamá, bajé las escaleras ...