1. La pediatra: parte 2: el hito final


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Incesto Autor: carlvic34567, Fuente: SexoSinTabues30

    Hola, muchas gracias por el recibimiento de la parte anterior, aquí está la continuación. Fue más trabajoso hacer la traducción, además, tuve que cambiar el final por otro que, en mi opinión, es mucho más picante. Espero lo disfruten.
    
    Antes de recibir a su primera paciente, Alicia paseó rápidamente la mirada por su sala de espera. Estaba repleta, como de costumbre. Había comenzado su pequeño negocio hace tres años paralelamente a su práctica pediátrica cuando vio cuántos niños fueron trasladados de urgencia a la sala de emergencias con las horribles consecuencias del BDSM fallido. ¿Cuántos rectos y vaginas perforadas tuvo que contemplar, sin siquiera mencionar los catastróficos intentos de juegos con la uretra o la vejiga? ¡Algunas prácticas de BDSM simplemente no pertenecían a manos de apóstatas! Pero, ¿cuáles eran las alternativas?
    
    Así fue como le llegó la idea de ofrecer su servicio: profesional, seguro, limpio (¡limpio era importante! ¡Muchos tipos en la esfera BDSM no se molestaban en observar los principios más básicos de la higiene) de entrenamiento y tormento! En cuestión de meses, su lista de espera había crecido tanto, que cerró su consultorio de pediatría y se dedicó a este trabajo a tiempo completo.
    
    Su mirada se deslizó sobre los pacientes que esperan. La mayoría eran caras conocidas: estaban Juan y Jessica junto a su hija Carla. Alicia los conocía bien: esta pareja tenía un “fetiche de agotamiento”. Lo que más disfrutaban era atar y estimular a sus ...
    ... pequeña de 10 años durante horas con varios juguetes, provocándole incesantes orgasmos, hasta que alcanzaba el límite de su fuerza y se hallaba al borde del desmayo; solo llegados a este punto de estimulación y agotamiento, Juan comenzaría a follarla.
    
    Justo al lado de ellos estaban sentadas las gemelas Renata y Vania, un par de dulces niñas pelirrojas de 9 años. Su madre, una soltera cachonda llamada Olivia, era una dama adorable que hacía un pastel de manzana buenísimo. El fetiche de Olivia le fascinaba especialmente a Alicia: esa mujer tenía un fetiche de estiramiento anal y a menudo hacía a sus niñas competir. Quien pudiera acomodarse primero hasta el fondo de su recto un nuevo juguete anal, no no sería castigada.
    
    Alice dejó su mirada deambular por sus pacientes una vez más, buscando caras nuevas, desconocidas, que le trajeran algo de novedad a su ya de por sí estimulante y envidiable trabajo. De repente, lo vio: un niño nuevo, probablemente de 7 años, sentado en la esquina más alejada de la habitación, tembloroso, confundido y tirando de la ropa de su madre que lo ignoraba visiblemente, mientras recorría el catálogo de los tormentos, entrenamientos y fetiches que su clínica ofrecía.
    
    Finalmente, se acercó con Amy, su secretaria, y miró la mesa en el portapapeles a su lado. Su primera cita del día era Carolina. ¡Oh, esto prometía ser divertido! Carolina era uno de sus pacientes más mayores, de 12 años, pero la conocía desde que era una niña. Llamó a su madre y la niña y ...
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