Historia de amor entre madre e hijo (23) - Relatos Eróticos

Historia de amor entre madre e hijo (23)

Historia de amor entre madre e hijo

Capítulo 23

La doctora

Primera parte

Después de comer o cenar siempre nos gustaba hacer un poco de sobremesa, era nuestro hobby preferido.

- Me he dado cuenta, mamá, de una cosa, te veo la cara cambiada, me explico: Cuando te acaricio la cara, noto que tienes la piel más suave; a lo mejor es una tontería mía, no me hagas caso.

-De veras, amor, no me ha dado cuenta -. Me dijo acariciándose la cara.

- A lo mejor es porque algunas veces me corro en tu cara, dicen que el semen suaviza la piel.

- Lo había oído decir, pero, como dicen tantas cosas, cariño.

- Tienes razón, mama. Ay otra cosita.

- Dime.

- Cuando te acaricio los pechos los encuentro un poquito más grandes.

- Es curioso que menciones lo de los pechos, porque cuando me pongo los sujetadores tengo la sensación que me vienen un poquito estrechos. De todas maneras, tengo que decirte que algunos de ellos los he secado con la secadora, y como sabrás, la secadora encoge la ropa.

- Debe ser esto, no me hagas caso mama.

- ¿Hijo de mis entrañas, dónde quieres ir a parar?

- ¿Y si estuvieras embarazada?

- ¿Qué dices, amor de mi vida?

- Eso, que a lo mejor el cirujano te dejó algún cable suelto cerca de tu chochete.

- Pero qué tonterías estás diciendo, cariño, me estás poniendo un poquito nerviosa. Los doctores y los cirujanos que dijeron perfectamente que nunca más volvería a tener hijos.

- Lo siento no era mi intención.

- No pasa ...

... nada, amor, ¿sabes lo que voy a hacer para que los dos estemos tranquilos?

- Dime.

- Iré a la farmacia de la esquina que aún sigue abierta y compraré un test de embarazo y así estaremos los dos tranquilos.

Se vistió rápidamente yéndose a la farmacia, a los diez minutos ya estaba de vuelta. Volviéndose a ponerse cómoda.

- Bien amor, dentro de poco saldremos de dudas, me voy a hacer el test.

- ¿Quieres que te ayude?

- Se agradece amor, sé cómo se hace.

Se fue al baño regresando a los cinco minutos.

- ¿Qué, vamos a ser padres?

- Hijo, por favor, deja de decir tonterías, hay que esperar unos minutos.

Pasados unos minutos que fueron eternos, se fue al baño regresando con el test en la mano con la cara muy seria.

- ¿Qué?

- Verás, hijo, resulta que...

- Dime el resultado, por favor, que me a coger un ataque.

-... vamos a ser padres.

- ¿Cómo es posible si tú…?

Me levanté del sofá sobresaltado.

- Es broma, cariño mío, si te hubieses visto la cara que as puesto —. Me dijo riendo como nunca la había visto. Está muy guapa cuando se ríe.

- Mamá, por favor, un poco más y te quedas sin hijo, estoy que no me aguanto.

- Té lo as creído.

- Todavía estoy temblando. A sí que, esta noche podremos follar.

- Claro, cariño mío, podremos seguir follando. Te montas cada película, hijo.

- Perdóname por todo lo que te he dicho.

Me lo agradeció dándome un largo y apasionado beso.

- Y tú te notas algo extraño en tu cuerpo.

- Ahora que ...