1. Diego compra dildo de sorpresa para Luisa


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Kelly, Fuente: CuentoRelatos

    ... estremecía con cada embestida que Diego le daba.
    
    La habitación se llenaba con los sonidos eróticos de su pasión. El gemido incontrolable de Luisa mientras continuaba disfrutando de la doble estimulación, los susurros sugerentes de Diego que la animaban a seguir y el rítmico sonido de la ventosa del dildo pegándose a la pared. Ese instante, donde el placer se fundía con la sumisión y la lujuria se apoderaba de ellos, fue inolvidable.
    
    Diego entre tantas embestidas se detuvo, sacando su pene de su boca y tomando a Luisa del cabello. Los ojos de Luisa brillaban mientras Diego la miraba con deseo, preguntándole con voz sensual, "¿Es esto lo que realmente quieres, Luisa?"
    
    Con un tono lleno de lujuria y voz de chica mala, Luisa respondió, "Sí, papi, esto es lo que quiero. Quiero sentirme cogida y chuparte al mismo tiempo. Quiero sentirme completamente tuya y, a la vez, entregada al placer."
    
    Esa afirmación excitó aún más a Diego. Quería satisfacer sus deseos más profundos. La pasión los llevó a un punto sin retorno. Diego bajó a Luisa de nuevo hacia su pene, y esta vez la embestía en la boca a un ritmo frenético. Ella gemía de placer y sus ojos se nublaban de excitación mientras disfrutaba de la ardiente sumisión que tanto deseaba. Cada embestida de Diego llenaba la habitación con el sonido erótico de su lujuria compartida. Habían cruzado un nuevo límite y no había vuelta atrás.
    
    El ardiente encuentro continuó con una pasión incontrolable. Luisa no podía contenerse, y ...
    ... mientras tenía a Diego entre sus labios, lo jalaba de las piernas, instándolo a empujar aún más profundo en su boca. Las embestidas de Diego la hacían gemir y disfrutar del dildo que la llenaba. Su excitación estaba en su punto máximo.
    
    Diego, sin poder más por la sensación de Luisa moviéndose alrededor del dildo y su boca cálida y húmeda, finalmente alcanzó su límite. Dejó escapar un gemido profundo y se derramó en su boca. Luisa siguió moviéndose, sintiendo cómo Diego la llenaba con su cálido y espeso semen. Pero siempre sin dejar de moverse en el dildo que la satisfacía por completo.
    
    El intenso clímax los dejó momentáneamente exhaustos. El semen de Diego era tan abundante que, por la excitación y la cantidad, comenzó a escaparse por las comisuras de los labios de Luisa. Paró de moverse y, cuando sacó el pene de Diego de su boca, una impresionante cantidad de semen brotó, expulsada como si se tratara de un manantial de pasión desbordada. El fluido recorrió su rostro y cuerpo, una muestra de la lujuria y la pasión que compartían en ese momento ardiente.
    
    Ambos se sentían extasiados, como si hubieran tocado el cielo en ese torbellino de pasión.
    
    Luisa, con el rostro aún salpicado de semen, tomó aliento y miró a Diego con ojos traviesos. "Diego, -dijo con voz jadeante-, "eso me ha excitado tanto, pero aún siento que me falta... algo más grande."
    
    Diego, intrigado, le preguntó: "¿Más grande? ¿Qué tamaño tienes en mente, cariño?"
    
    Luisa rio entre dientes y bromeó, ...