Perversión familiar 12 - Relatos Eróticos

Perversión familiar 12

El día transcurrió con normalidad en la casa de Amanda y Sammy, después de almorzar, ambos fueron a ducharse pues aún tenían restos de la lechada que les habían dejado sus amantes, ambos lucían super felices, contrario al abnegado esposo, que la pasaba muy mal en su nuevo trabajo. Acostumbrado a ser el que daba las órdenes, ahora era el el que las recibía, además sus compañeros de trabajo no se la llevaban bien con el, aunque era nuevo, era un tipo bastante altanero por lo que generaba discordia con el resto del personal en el banco. Pero sobre todo con dos tipos: Julián y Arturo. Ambos tipos eran super amigos entre ellos, asistían al mismo gimnasio, Julián era un tipo que ya estaba entrando a los 40, enorme, calvo y barbado, barriga cervecera que compensaba con brazos prominentes y enormes. Y el otro tipo era prácticamente su clon, pero con pelo. En el banco los conocían como los Mario Bros, aunque no eran familia para nada. Ellos tenían un perfil más alto que Camilo en el banco, pero no lo demostraban, contrario a sus facciones y a su físico, ambos eran muy buenas personas, amables y displicentes. Pero Camilo, al verlos así, creyó que eran solo dos ayudantes o de pronto los de seguridad de la empresa, así que el primer encuentro con ambos no fue nada agradable, y la primera impresión de ellos con Camilo no fue nada amistosa, ya que este ni los saludo y procedió a darles órdenes, cosa que obviamente ellos no aceptaron y al querer hablar amablemente con el, este los había ...

... acusado con el jefe. Aunque después de eso, el jefe no había tomado en cuenta las acusaciones y por eso canceló la reunión con Camilo,ambos tenían la espinita con el. Así que saliendo de la jornada de trabajo lo pararon en su auto. J. Hola compañero, como me le va, que, ya pa la casita??? Ambos estaban rodeándolo, eran inmensos, y no lo dejaban entrar a su vehículo, Camilo empezó a temblar y su voz se quebró. C. Di.di…disculpen, vo…vo…voy a entrar a mi carro. Ar. Disculpe ud compañero, es que queremos hablar con ud una cosita. Camilo trago saliva, esos tipos eran demasiado grandes, ya tenía una mala experiencia con tipos así hace poco, con su encontron con el panadero, que lo lleno de temor y ahora estos dos, igual de enormes. C. L…lo….lo…lo podemos hablar mañana??? J. Claro claro, Camilo, es que te llamas??? C. S…s…SII…si señor. Ar. Claro ome, mañana hablamos entonces, solo una cosita, como vos ya te sabes el nombre de nosotros y todo pues pa ir estar metiendo cuentos de nosotros, solo queremos advertirte, no nos hemos metido con vos, no te metas con nosotros, pero mañana hablamos bien, que tengas un buen día!!!! Camilo se montó en el carro y salió disparado, su corazón latía desbocado, nunca había sentido tanto miedo en su vida, por poco moja sus pantalones. Mientras tanto, en la casa del pobre tipo, se encontraban madre e hijo tomando una siesta tardía, y es que el hecho de estar follando tan frecuentemente ahora, cuando antes Amanda lo hacía una vez al año, si mucho, y Sammy ...